El Congreso de la República ha realizado cambios significativos en las principales jefaturas de sus oficinas parlamentarias, a raíz del escándalo por la presunta existencia de una red de prostitución que operaba dentro del Legislativo. La decisión fue anunciada por el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, quien, en medio de la controversia, designó a Ángel Delgado Silva como nuevo jefe de la Oficina Legal y Constitucional.
Este cambio es particularmente relevante ya que la Oficina Legal y Constitucional había estado en el ojo del huracán debido a las acusaciones en contra de su anterior jefe, Jorge Torres Saravia, señalado como el principal implicado en liderar una red de prostitución que habría negociado votos a cambio de favores sexuales. La gravedad de las acusaciones ha provocado un clima de incertidumbre y desconfianza dentro del Congreso.
Ángel Delgado Silva, un abogado con una amplia trayectoria política, asumirá el reto de reorganizar esta oficina crucial del Parlamento. Delgado reemplaza a Guillermo Jesús Mateo Llanos Cisneros, quien también enfrentó críticas por las controversiales contrataciones realizadas bajo su gestión, como las de Alexandra Gil e Isabel Cajo, esta última cuestionada por no contar con el grado de bachiller.
En su primera intervención, Delgado se mostró comprometido con la tarea de evaluar al personal de la Oficina Legal y Constitucional basándose en su «idoneidad profesional, trayectoria y experiencia». Salhuana, por su parte, lo presentó como un «reconocido profesional de Derecho», destacando su trayectoria y su reputación como un «hombre decente» en el ámbito político.
Delgado no es ajeno al mundo político. A lo largo de su carrera, ha ocupado cargos en diversos partidos y ha estado vinculado a figuras clave de la política peruana. Sin embargo, su trayectoria también ha estado marcada por polémicas. A pesar de haber sido un opositor al régimen de Alberto Fujimori, en los últimos años se ha vinculado con sectores de derecha, participando en conferencias organizadas por grupos ultraconservadores y recibiendo pagos de entidades municipales de tendencias conservadoras, lo que ha generado críticas debido a su aparente giro ideológico.
El reto de recuperar la confianza
Con el nombramiento de Delgado, el Congreso busca cerrar un capítulo oscuro en su historia reciente y recuperar la confianza de la ciudadanía. En este contexto, los cambios en las jefaturas responden a la necesidad de reformar la estructura interna de las oficinas parlamentarias, mientras que las investigaciones sobre la presunta red de prostitución continúan. El caso ha puesto en evidencia la urgencia de una transformación interna que permita restaurar la credibilidad y garantizar la transparencia en el Congreso de la República.
Este escándalo, que involucra a algunos de los actores más poderosos del Congreso, sigue generando reacciones y manteniendo en vilo a la opinión pública, mientras se espera que las autoridades tomen las medidas necesarias para esclarecer los hechos y evitar que situaciones similares se repitan.
