Israel anunció este jueves la muerte del comandante de la unidad aérea de Hezbollah, Muhammad Hossein Sarur, tras un ataque en un edificio en las afueras de Beirut. Este hecho eleva a 16 las víctimas mortales de los recientes bombardeos en Líbano. El total de fallecidos asciende a casi 700 desde el lunes. En respuesta, la milicia chií lanzó proyectiles hacia el norte de Israel.
Las fuerzas armadas de Israel intensificaron los ataques aéreos contra objetivos de Hezbollah en el sur del Líbano y Beirut, causando más de 500 muertos, incluidos 50 niños, y 1.200 heridos, según el primer ministro libanés. Los bombardeos ocurrieron tras la explosión de aparatos de comunicación de Hezbollah que dejó decenas de muertos y miles de heridos.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que Líbano está «al borde del abismo» y pidió a Israel y Hezbollah detengan la violencia. Estados Unidos y 10 aliados solicitaron un alto el fuego de 21 días en la frontera. La preocupación aumentó tras el anuncio del Ejército israelí sobre su preparación para una posible incursión terrestre en Líbano.