El suboficial PNP Josseph Michael Grandez López declaró como testigo en el juicio contra Pedro Castillo por el intento de golpe de Estado del 7 de diciembre de 2022. Según su testimonio, ese día formaba parte de la escolta presidencial, pero debido a la ausencia del chofer oficial, tuvo que asumir el puesto de conductor del vehículo. Grandez señaló que, al no haber recibido instrucciones previas, comenzó a conducir sin saber el destino.
Mientras se encontraba en su habitación en Palacio de Gobierno, Grandez recibió una llamada de su superior, quien le informó sobre la «salida» y la necesidad de acudir a su puesto. Al tomar el control del vehículo, explicó que no sabían a dónde se dirigían ni contaban con una orden clara sobre la ruta a seguir.
Dentro del vehículo viajaban el expresidente Pedro Castillo, su familia, el exprimer ministro Aníbal Torres y un policía de mayor rango como copiloto. En medio del trayecto, Grandez consultó a su superior y, posteriormente, a Castillo, quien le confirmó que la dirección era hacia la embajada de México.
Sin embargo, el suboficial recordó que él era el único en el vehículo que conocía el destino. El traslado fue descrito por Grandez como anómalo y lento, sin las medidas de seguridad habituales.
En un momento, el vehículo fue detenido por efectivos de la SUAT que apuntaron con armas de largo alcance. La hija menor de Castillo, Alondra, comenzó a llorar, lo que generó gran tensión dentro del auto, mientras tanto, el suboficial y el presidente intentaban calmarla.
