En el 2019 las computadoras cuánticas fueron noticia en todo el mundo. Un equipo de Google pudo alcanzar la supremacía cuántica y se sobrepuso sobre las supercomputadoras con un ordenador cuántico.
Muchos artículos y reportajes en los medios de comunicación se hicieron presentes ante este hito histórico, intentaron explicar al público como funcionaba este trabajo de Google y qué eran esos ordenadores cuánticos.
Sin embargo, por la información brindada, muchas de estas explicaciones han generado más dudas en vez de aclararlas.
Nada de magia ni fantásticos superpoderes
En los artículos que tratan el tema de computación cuántica es muy común encontrar una serie de analogías e imágenes que no se corresponden con la verdad y crean falsos mitos sobre los ordenadores cuánticos.
Una de las más repetidas es que «un ordenador cuántico encuentra la solución a un problema probando simultáneamente todas las opciones posibles».
Coreografía Matemática
La computación cuántica estudia el uso de las propiedades de partículas subatómicas para realizar cálculos, entre estas propiedades está la superposición, también, el entrelazamiento y la interferencia.
No solo más rápidos
Otra falacia que es habitual encontrar en los artículos populares sobre ordenadores cuánticos es la reducción de todas las capacidades a un incremento de velocidad.
Aplicaciones
A pesar de estar lejos de alcanzar a los ordenadores tradicionales en esta tarea, el ritmo de crecimiento de las capacidades de los ordenadores cuánticos y sus mejoras en los algoritmos, nos hace suponer que probablemente esta sea una de las primeras aplicaciones prácticas de tecnología.
Computación cuántica e inteligencia artificial
Los algoritmos cuánticos han sido varios los que se han propuesto para acelerar las tareas implicadas en el entrenamiento de modelos de machine learning a partir de grandes colecciones de datos.
Pero debido a que debemos trasladar uno a uno los datos al ordenador cuántico desde los ficheros en que se almacenan, el cuello de botella se encontraría no en el procesamiento de la información, sino en la lectura de la misma.
Se debe tener en cuenta que los ordenadores cuánticos no son la solución a todos los problemas computacionales y de tratamiento de datos que podamos plantear.
Tener en cuenta que los ordenadores cuánticos no significarán el fin de nuestras limitaciones de cómputo, pero podemos dar por seguro que supondrá un profundo cambio en nuestra forma de calcular y procesar datos y, por tanto, una transformación radical de nuestra sociedad
*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia Creative Commons. Haz clic aquí para leer la versión original.
*Elías F. Combarro es profesor titular del Departamento de Informática, Universidad de Oviedo, España.