Desde que comenzó la pandemia de la COVID-19, por primera vez, la compañía British Airways ha vuelto a obtener ganancias durante el segundo trimestre del año a pesar de las demandas de los pasajeros como, por ejemplo, la cancelación de vuelos, pérdidas de equipaje y largas colas.
En este sentido, la International Consolidated Airlines Group (IAG), quien está a cargo de la aerolínea, generó ganancias de aproximadamente 293 millones de euros entre abril y junio (alrededor de 245 millones de libras esterlinas), en comparación con la pérdida de 967 millones de euros (valorizado en 810 millones de libras esterlinas) durante el mismo periodo del año pasado.
En esta línea, el director ejecutivo de IAG, Luis Gallego, mencionó que el “rendimiento reflejó un aumento significativo de la capacidad, el factor de carga (…) en comparación con el primer trimestre (del presente año)”, resaltando que se espera obtener un “beneficio operativo para todo el año”.
Demandas de los pasajeros
A pesar de las perspectivas y las metas por parte de la aerolínea, los pasajeros tuvieron que soportar durante los últimos meses la cancelación de cientos de vuelos, la pérdida de sus equipajes y las largas colas en los aeropuertos.
Ante ello, el presidente del aeropuerto de Heathrow, Lord Deighton, criticó a los directivos de British Airways por ejecutar una “década de recortes” antes de su remodelación como organización de servicios.
Sin embargo, Gallego argumentó que la reducción en las programaciones de verano se debió a que el plan “iba a ser imposible (de ejecutar) debido a la escasez de personal” y por ello decidieron “limitar la capacidad para obtener resiliencia a la operación”.
“Estábamos preocupados porque las proyecciones del número de personas en Heathrow no coincidían con las proyecciones y la demanda que esperábamos”, mencionó.
Por el momento, la IAG planea aumentar su capacidad operativa al 75% entre julio y octubre, y el 85% para el último trimestre del año.