Esta festividad se realiza en la ciudad de Huamanga en la región Ayacucho. La Semana Santa ayacuchana es una de las festividades religiosas de mayor trascendencia a nivel nacional y mundial, caracterizadas por mantener su propia peculiaridad y la predilección con que realizan su fervor y profunda religiosidad que la hacen única y diferente.
En estas fiestas el poblador local vive un peregrinaje de devoción y fe católica, encarnándose en los pasajes de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Actualmente, La fiesta comienza el Domingo de Ramos, muy temprano, con una bendición de las flores y las palmas que llevarán los niños al acompañar la imagen de Cristo sentado en un pollino. Seguidamente el pueblo se reúne en la Plaza de Armas para presenciar la entrada del chamizo o paja, que es quemada en las fogatas del sábado de Gloria.
Finalmente, casi al mismo tiempo, del templo de Santa Teresa sale en procesión la imagen de Cristo sentado en el pollino, acompañada de una representación viva de los doce apóstoles. Lo cual, la semana santa de Ayacucho se caracteriza por la activa participación del pueblo, dando la sensación de estar viviendo un drama colectivo en el que la población es uno de los personajes.