¿Cómo no recordar a Alan García Pérez?

A cinco años de su fallecimiento, Alan García Pérez, dos veces presidente del Perú, sigue siendo una figura destacada en la política. Con el respaldo del partido APRA, su mandato se caracterizó por un notable crecimiento económico y la expansión de servicios esenciales. Este aniversario nos invita a reflexionar sobre su legado y las complejidades de su liderazgo.

Por: Alejandro Marco Aurelio Capcha Hidalgo.
Periodista: Reg.: N°. -4654-


Es impostergable dejar de hablar, escribir, analizar y estudiar a un personaje que ha hecho de los militantes y simpatizantes eco y resonancia, en este engorroso escenario político del país pasando apoteósicamente a la historia por sus dotes innatos y guiado, por el ilustre personaje del siglo XX, Víctor Raúl Haya De La Torre, fundador de la Alianza Popular Revolucionaria Americana, APRA, magnánimo ser político erudito visionario.

Recordar a Alan García Pérez por sus virtudes extraordinarias para desempeñarse en este contexto enrevesado gubernativo público en nuestro país es difícil, pero para él, la política es: el “Arte de lo posible”

Se han cumplido cinco años de fallecimiento del dos veces presidente constitucional; víctima de un sistemático y cruel acoso que involucró a jueces, fiscales, medios de prensa y al corrupto, Martín Vizcarra Cornejo.

Evidencias existen, para muchos incrédulos que aún deliran que, Alan está vivo; cuando se concertó crear esta infame diabólica para encarcelar y, previamente, humillar al mandatario aprista, pretendiendo extraerlo de su domicilio enmarrocado y con una casaca con la palabra “detenido”.

Para ejecutar esa pérfida acción, el fiscal subalterno de Domingo Pérez tocó la puerta de su casa a las 6 de la mañana, apoyado por la DIVIAC, dirigida por H. Colchado, cuando esa diligencia debió ejecutarla la Policía Judicial de acuerdo a su ley orgánica; y, más grave aún, a pesar de su carácter reservado, los complotadores permitieron participar a un camarógrafo del canal 4 de televisión para registrar la oprobiosa imagen y proyectarla al mundo, una perversa humillación que el presidente evitó con su muerte.

Ante ello, corresponde al Congreso nombrar una comisión multipartidaria para investigar ese dramático episodio en vez de perder su tiempo en cosas banales de intereses personales.
Se trata, en efecto, de esclarecer la diabólica conspiración para acosar e inducir a la muerte de quien fue miembro de la Asamblea Constituyente, diputado, dos veces presidente de la República y líder del APRA, partido histórico que el 07 de mayo cumplió sus 100 años de fundación.

El mes de mayo debería ser trascendental para los Apristas y simpatizantes, porque se celebra dos fechas históricas, y significativas, como: el “Frente Único de Trabajadores Manuales e Intelectuales” y el nacimiento del líder de Alan García Pérez, el 23 de mayo de 1949. Pero sin embargo se escuchan voces de siniestras almas cansadas, derrotadas por los años encerradas en un círculo vicioso para continuar cuestionando su labor como presidente de la República, lo peor, y el hazmerreír de un personajillo dizque fiscal anticorrupción, aún de muerto siempre lo menciona, si señores ¡lectores! es inaudito y que se esmera para denunciarlo ante el poder judicial. Pobre hombre, sólo le hace un favor al ya fallecido líder y a su partido político, y refresca la bien llamada frase: ¡¡¡El Apra nunca muere!!! Y los que le mataron hace muchísimas décadas, ya se encuentran 3 metros bajo tierra. Los líderes y fundadores del histórico partido son inmortales por sus legados, sus luchas permanentes, el martiriológico de sus militantes, y los que continúan insertados en su corazón por su doctrina, mística, programas y en busca de la Justicia Social de Pan con Libertad.

Cómo no recordar el cumpleaños de Alan García Pérez, este 23 de mayo, como unos de los presidentes felicitado por el mandatario, Barack Obama, por las cifras del periodo 2006-2011, donde demuestran que tuvimos el crecimiento económico más alto del hemisferio, con un promedio de 7.2 % y alcanzando un pico de 9.8 % el año 2008. Cómo no recordar, a Alan García que,
el PBI pasó de US$ 80 mil millones el 2015, a US$ 175 mil millones el 2011 y el PBI per cápita aumentó de US$ 2,900 a US$ 5,900 al comenzar y culminar su administración.

Cómo no recordar a Alan, el éxito de la gestión que se reflejó en que 5 millones de compatriotas accedieran al agua potable y alcantarillado o dispusieron de ese servicio 24 horas; que 10,600 pueblos –3 millones de personas– fueran electrificados y que el Estado construya o repavimente 11 mil 261 kilómetros de carreteras.

Cómo no recordar a Alan, si se crearon 2 millones 400 mil puestos de trabajo; fue duplicada la población del Sistema Integral de Salud (SIS) y los afiliados a la seguridad social pasaron de 1 millón 799 mil a 2 millones 698 mil y la anemia infantil se redujo de 57% a 41%.

Cómo no recordar a Alan por brindar esos servicios que se amplió la red con 47 hospitales (31 de MINSA y 16 de EsSalud), todos provistos de equipos de tecnología de punta, y el Instituto del Corazón (INCOR) y el Hospital del Niño fueron dos obras cumbres.
Se construyeron 59 grandes centros educativos o colegios emblemáticos y otros 51 quedaron encaminados, entregándose útiles escolares y un millón de tabletas a los alumnos de instituciones públicas, para así conectarlos con el revolucionario mundo de la internet.

De acuerdo al INEI, la pobreza se redujo de 49.1 % al 27.8 %, cifra que significa que seis millones de compatriotas dejaron esa condición de insolvencia.

Cómo no recordar a Alan de su gestión del Gran Teatro Nacional, el Tren Eléctrico, el Estadio Nacional, en las centrales hidroeléctricas de Olmos, Chavimochic y Chaglla, que incorporaron miles de hectáreas de tierras eriazas a la agricultura, en suma, en 152 mil obras registradas en su periodo, se encuentra el corazón y el legado histórico de Alan García Pérez, cómo no recordarlo.

Cómo no recordar a Alan que, La Alianza del Pacífico fue su iniciativa, lo mismo que denunciar a Chile ante la Corte de La Haya por la inexistencia de un acuerdo sobre límites marítimos, que nos permitió ganar 50 mil kilómetros de océano; y, en ese contexto productivo, el Gobierno aprista impulsó 19 Tratados de Libre Comercio con Europa, Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea, China, que nos conectaron con un mercado de tres mil millones de habitantes.

¿Cómo no recordar a Alan Gabriel Ludwig García Pérez, por haber trabajado incansablemente todo lo realizado, ejecutado a favor de nuestro país? Hay cicateros miserables que lo satanizan después de muerto porque el líder Aprista los postergó más de 3 décadas, y sin él son unos pobres diablos.