Por: Alejandro Marco Aurelio Capcha Hidalgo.
Periodista: Reg. N°-4654-.
¿Cuándo aprenderemos a tener una cultura política?
El premio consuelo de los peruanos es: “Lo último que se pierde es la esperanza” y se conforman plácidamente con esta frase sin buscar otras alternativas que puedan encontrar la luz al final del túnel. Esta frase resignada los escucho diariamente a diferentes grupos de conocidos y amigos.
Me refiero estrictamente a la crisis institucional política que estamos atravesando en todos los poderes del Estado, llámese, el poder legislativo, ejecutivo, judicial, y ministerio público. Tenemos un presidente que nos gobierna un año y dos meses, cuyos resultados son deplorables por carecer un plan de gobierno que no va enlazado con este mundo globalizado, salvo con algunos países aislados como, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Cuba que, continúan con la doctrina vetusta, prehistórico del Comunismo que, sigue destruyendo sin piedad a los mencionados países en diversos sectores estatales.
En doscientos años de vuestro Perú, nunca hemos tenido un presidente insustancial para gobernar, vacío académicamente y con una discapacidad intelectual para regentar un país. Pedro Castillo Terrones, es el presidente del Perú, su elección fue muy cuestionada en su oportunidad por los diferentes partidos políticos que participaron en las elecciones generales del 2021 por un fraude electoral originado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) en complicidad con la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) cuyos presidentes siguen vigentes; el señor, César Salas Arenas del JNE, y Piero Corvetto Salinas, ONPE. Y pretenden a pocos días de las elecciones, regionales, provinciales y distritales seguir dirigiendo descaradamente las elecciones del domingo 02 de octubre. De ello no se excluye a los oportunistas congresistas por pecar de omisión con el JNE. no sean sinvergüenzas, ustedes también tienen mucho de culpa.
Los congresistas de “oposición democrática” que se caracterizan por ser vulnerables a la conveniencia personal sufrieron para estructurar una mesa directiva que, al tercer día, su tercer vicepresidente fue expectorado por temas de corrupción, posteriormente la presidente, Laddy Camones por audios inculpado de tráfico de influencia.
No olvidemos señores lectores y que quede registrado en nuestra historia que, el empresario, César Acuña Peralta, capitanea sin ningún reparo y escrúpulo como un reyezuelo distanciado de la ética, moral y pretender direccionar proyectos de leyes a su conveniencia de su partido APP, aferrándose de su famosa frase “plata como cancha”.
Con los acontecimientos políticos desde que se inició con los elegidos en las urnas en el año 2021; tanto el legislativo y ejecutivo vuestro país se ha entorpecido más de los que estaban. El legislativo por ser unos bisoños bueno para nada, el ejecutivo por constituirse en una organización criminal, y todos los que me leen por ser cómplice de su pasividad.