En el año 2018, un proyecto ejecutado por expertos del Centro de Investigación y Tecnología del Agua (CITA) de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) dio inicio con la misión de estudiar a profundidad la morfología de los ríos de la Amazonía, a los cuales los nombraron como “Ríos danzantes”. Tras tres años desde su génesis, y concluida dicha investigación, los científicos hicieron importantes hallazgos para una mejor gestión fluvial y la preservación de su biodiversidad. Asimismo, cuando se habla de ríos, la amenaza más preocupante y recurrente es la contaminación y aunque sí es un factor, también existen otros motivos por los cuales la calidad de sus aguas se ve afectada.
Al respecto, el ingeniero David Barreto Escobedo, líder del proyecto “Dancing Rivers” o “Ríos danzantes” explica que “Una hidroeléctrica, por ejemplo, retiene el agua para que caiga y genere energía. Cuando es una gran central hidroeléctrica, por lo general, sus paredes interrumpen los flujos naturales de los ríos, acumulando sus sedimentos”. Además, el experto señaló también que son muy pocas las centrales hidroeléctricas que tienen un sistema que permite el paso de sedimentos.
Cabe resaltar que el desarrollo urbanístico de los pueblos también se puede ver alterado por el cambio de los ríos, pues más del 90% de la población de la llanura amazónica es ribereña (es decir, vive cerca de ríos). También, los sedimentos son las partículas formadas a partir de la erosión de las rocas que se generan a lo largo del paso del río. Finalmente, pueden estar compuestos de materiales orgánicos o inorgánicos, minerales, entre otros elementos vitales para mantener el equilibrio ecológico del cuerpo fluvial.
L.P.C.C.