Un equipo de científicos de la NASA ha descubierto que el ser humano está contribuyendo a la inclinación de la Tierra. La detección de este cambio en el eje terrestre se ha dado a conocer luego de que se estudie con satélites las fluctuaciones del movimiento polar, el desplazamiento que experimentan los polos celestes tomando como referencia un punto fijo de la corteza.
El bombeo de agua subterránea
La inclinación de la Tierra a causa del ser humano está relacionada con la distribución del agua subterránea alrededor del globo que los humanos bombeamos con la tecnología para beber y regar. Los autores de la investigación, encabezados por Surendra Adhikari, geofísico del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, lo explican del siguiente modo.
“Imagina que una pelota está girando sobre un dedo y uno le aplica una fuerza en alguno de sus lados. El resultado inevitable será que el eje sobre el que gira el balón se desestabilizará, un cambio que dependerá de la intensidad de la fuerza ejercida”.
De igual forma, los expertos sostienen que lo mismo sucede cuando los humanos redistribuimos la masa de nuestro principal recurso hídrico. Cuando lo hacemos en las latitudes medias, el impacto en la inclinación de la Tierra es mayor. En cambio, el impacto es menor si dichas actividades se realizan más cerca al ecuador o los polos terrestres.