Este martes el equipo de investigadores chinos, anunció haber encontrado pistas en muestras lunares recogidas en 2020 por la misión no tripulada Chang’e 5, la primera del gigante asiático en aterrizar en la Luna y traer muestras de vuelta, el cual revelaría de dónde procede el agua del satélite natural de nuestro planeta.
Al proceder a analizar los datos de la superficie lunar en un laboratorio, los científicos llegaron a la conclusión de que una parte significativa del agua detectada parece provenir del interior de la Luna. Asimismo, descubrieron que el contenido de agua del suelo de una parte del cuerpo celeste parece ser mucho menor de lo que se pensaba, reza un estudio publicado en la revista Nature Communications.
El contenido de agua
El equipo del módulo de aterrizaje Chang’e 5 escaneó la superficie y midió el contenido medio de agua, pero aún así el resultado fue muy bajo en comparación con los análisis anteriores, incluida la investigación difundida el mes pasado de enero por otro grupo de investigadores chinos que concluyó que la concentración máxima de líquido en el suelo de la superficie era de 120 ppm.
Liu Jianjun, autor principal del artículo e investigador de los Observatorios Astronómicos Nacionales de Pekín, explicó que el equipo de Chang’e 5 midió la presencia de hidroxilo, un pariente químico cercano del agua que también es un indicador del agua.
«Al procesar e interpretar los datos, tuvimos en cuenta varios factores que pueden afectar a nuestras mediciones, como la temperatura de la superficie lunar y las influencias en tiempo real del Sol, e intentamos que nuestros datos fueran lo más ‘limpios’ posible», refirió, citado por South China Morning Post. Asimismo afirmó que los resultados eran coherentes con el nivel de distribución del agua detectado por los telescopios terrestres en latitudes similares de la Luna.
¿De dónde procedía el hidroxilo?
Esto se atribuye a la apatita que contiene hidroxilo, un mineral de la Luna que se cristalizó al enfriarse el magma lunar hace miles de millones de años, según el documento. «Comparamos las muestras de Chang’e 5 con las del Apolo 11, y estimamos que la concentración de agua formada como resultado de la implantación del viento solar era de unas 18 ppm», comento, «Esa sería otra fuente importante de agua, atrapada en el mineral y traída a la superficie lunar por las erupciones volcánicas» finalizó Liu.
La Luna se consideraba totalmente seca hasta que la misión india Chandrayaan 1 confirmó hace una década la presencia de agua y gracias a los avances tecnológicos, los científicos pueden ahora detectar pequeñas cantidades de agua en las muestras traídas por las misiones Apolo, Luna y Chang’e 5, proyectos espaciales estadounidenses, soviéticos y chinos, respectivamente.
A pesar de ello, el origen del agua lunar sigue siendo una cuestión abierta, con posibilidades que incluyen la implantación del viento solar, el interior de la Luna o los cometas portadores de agua que golpean la superficie lunar, por lo que averiguar dónde está el agua y de dónde viene es importante no solo para entender el pasado de la Luna, sino también para mantener una base lunar.