El periodista César Hildebrandt, en su última columna, recuerda una época pasada del periodismo, en la que describe el periodismo como «una de las bellas artes» que «contaba historias que eran ciertas y ejercía el oficio de la inteligencia parar separar pajas de trigos».También menciona su paso por la revista Caretas.
«Fui jefe involuntario en Caretas cuando Blanca Varela, nada menos, dirigía el suplemento cultural y César Lévano, el hombre que se hizo de la nada y aprendió todo lo que debía saberse, estaba en la dirección de informaciones». Fue lo que relato a través de su columna el semanario Hildebrandt en sus trece.
En cambio,»la izquierda de las furias tenía sus panfletos, sus boletines y sus prédicas. Era su infantería la que escribía porque los generales estaban dedicados a lo suyo». En ese sentido, este periodista de «esa izquierda» subraya que no habría permitió la participación del director peruano de Libre, Vladimir Celón, o del expresidente Pedro Castillo.
«Lo que sí puedo jurar es que esa izquierda dedicada a la guerra tribal no habría permitido el ingreso de gente como Vladimir Cerrón o Pedro Castillo. Ni para comprar café hubieran servido. Ni para claque (…). Pero no era una izquierda tarada, ávida de adendas y orgullosamente analfabeta. Querían cambiar el mundo, no birlarse la caja chica de algún gobierno regional», escribió.
