La Agencia europea para el medio ambiente (AEE) advirtió, que casi el 10% de los casos de cáncer en Europa está relacionado con la contaminación en distintas formas, por lo que, la mayoría de casos son evitables.
«La exposición a la contaminación del aire, el tabaquismo pasivo, los rayos ultravioletas, el amianto, los productos químicos y otros contaminantes originan más de 10% de los casos de cáncer en Europa», revela la agencia europea en un comunicado.
Una cifra que se puede disminuir drásticamente si las políticas existentes son objeto de una acción rigurosa, especialmente en la lucha contra la contaminación, según la organización.
«Todos los riesgos cancerígenos medioambientales y profesionales pueden ser reducidos», afirma Gerardo Sánchez, experto de la AEE, antes de la publicación del informe, el primero de la agencia sobre la relación entre el cáncer y el medio ambiente.
«Los casos de cáncer determinados por el medio ambiente y por las radiaciones o por cancerígenos químicos pueden ser reducidos a un nivel casi mínimo», aseguró ante la prensa.
Según cifras de la agencia, la contaminación del aire es responsable del 1% de los casos y de cerca del 2% de las muertes, tasa que sube al 9% en el caso del cáncer de pulmón.
La organización europea subrayó que estudios recientes también encontraron «una asociación entre la exposición a largo plazo a partículas, un importante contaminante del aire, y la leucemia en adultos y niños».
Se cree que el radón, un gas radiactivo natural que se puede inhalar en habitaciones mal ventiladas, es responsable del 2% de los casos de cáncer en el continente.
Además, la agencia europea, dice que los rayos ultravioletas, de origen principalmente solar y también artificial, son los responsables de cerca del 4% de todos los casos de cáncer, en especial del melanoma, una forma grave de cáncer de la piel que aumentó fuertemente en Europa en las últimas décadas.
Algunas substancias químicas utilizadas en los lugares de trabajo y liberados en el medio ambiente también son cancerígenas.
Entre las más peligrosas para la salud de los europeos está el plomo, arsénico, cromo, bisfenol A y las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), también el amianto, prohibido desde 2005 en la UE y aun presente en algunos edificios.
Finalmente, en la UE, 2,7 millones de personas son diagnosticadas de cáncer cada año y 1,3 millones mueren a causa de la enfermedad. El continente, que representa solo el 10% de la población mundial, es responsable del 23% de los casos nuevos y del 20% de las muertes.