El expresidente catalán, Carles Puigdemont se le acusa de los delitos de rebelión y sedición que pueden ser castigados con hasta 30 años de cárcel, después que el Parlamento catalán declarara la independencia de Cataluña el 27 de octubre.
Asimismo, Puigdemont sostuvo, “no estoy aquí para pedir asilo político. Estoy aquí en Bruselas como capital de Europa. No se trata de política belga. Estoy aquí para actuar con libertad y seguridad”.
Además informó que los demás miembros del gobierno se quedarán en Barcelona, incluyendo el vicepresidente cesado Oriol Junqueras, “haciendo la actividad política como miembros legítimos del gobierno de Cataluña”.
En su defensa, Carles Puigdemont, indicó, «si hubiera garantías inmediatas de un tratamiento justo, si me permitiera un juicio justo, independiente, con separación de poderes, lo que vemos en la mayoría de países europeos, sin duda retornaría de manera inmediata».
Se reafirmó que el resultado de las elecciones que el gobierno español ha convocado para el 21 de diciembre en Cataluña, será acatado. “La República catalana será un Estado diferente. No hemos llegado hasta aquí para comportarnos como tantas veces hemos criticado que se ha comportado el gobierno español», señaló Puigdemont.
Sin embargo la salida de Puigdemont a Bruselas la capital de Bélgica ha causado intriga en los miembros de su partido que lo esperaban para una reunión ejecutiva.
G.A.E.A.
