Un restaurante de chifa fue cerrado porque la dueña junto a su esposo fueron extorsionados durante 15 días.
La mujer recibía mensajes de criminales extorsionistas, mencionan que si no pagaba habría un atentado, ellos sabían a qué hora abría y cerraba el local, como también el colegio de sus hijos.
Los delincuentes exigían mil soles semanales por lo que llevó a la dueña hacer su denuncia a la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional.
Sin embargo, no recibieron una respuesta para su situación: le dijeron que enviara su carta a la comisaría de Carabayllo, para de esa manera tener resguardo policial por el restaurante. Pero nunca ocurrió.
«El negocio es el único sustento de mi familia. Yo he tenido que salir lejos de Lima por temor a que me pueda pasar algo. Y entonces no veo la forma de pedir ayuda, porque ya en las autoridades yo he perdido esa confianza. Ni ganas me da de ir a la comisaría, porque no me dan una solución hasta el día de hoy. Ni siquiera, a pesar de que yo he hecho la denuncia, no me llaman para decirme que van a venir».