1. Educar a las niñas
Se sabe que hay en todo el mundo, hay 5,5 millones más de niñas que niños de edad escolar primaria que no reciben educación. Pero ¿cómo ayudaría esto al cambio climático? Se sabe que la mayoría de jóvenes son padres en edad tardía porque empiezan sus estudios, sin embargo, hay una gran población de niñas que no estudian, esto aumenta el factor demográfico.
Se hicieron cálculos y estudios que pronostican que, si hasta el 2050 todas las niñas completarían su educación, 840 millones de personas menos en el mundo. Esto beneficiaria al mundo, dado que la huella de carbono que deja el hombre es letal para el planeta. Cabe resaltar que las niñas podrían ser potenciales defensoras climáticas en la política y en lo social.
2. Bambú: no es sólo alimento de pandas
Creo que la mayoría hemos escuchado de los productos eco-amigables, diversidad de productos de uso diario, ahora está en ojo del mundo el bambú. El bambú es la planta que crece más rápido en el mundo. Puede crecer hasta un metro por día y absorbe el carbono de la atmósfera mucho más rápido que otros árboles.
Esto hace al bambú un amigo de potencial del planeta. Sin embargo, no mencionamos también que de esta planta salen innumerables sustitutos al plástico común. Estos como cepillos, cajones, ayuda y sustituto para construcciones. Se plantea que debe haber al menos hectáreas de bambú en diversos lugares del mundo y de esta manera ayudar al medio ambiente.
3. Leyes para combatir a los contaminadores
Hoy en día se ven más casos de demandas a empresas millonarias con el factor “medio ambiente”, los abogados más astutos se amparan de leyes como los derechos humanos, leyes laborales y hasta leyes empresariales para combatir el cambio climático.
Un caso último es sobre la empresa Shell, demandada para reducir sus emisiones contaminantes y obligada a cumplir las políticas acordadas en el Acuerdo de Parias a favor del clima.
Otro caso es el de Polonia, en 2020, donde un grupo de inversionistas logró frenar la construcción de una planta de carbón. El grupo ambientalista ClientEarth uso sus activos en la empresa de energía polaca Enea y la potestad de la ley corporativa para impugnar la decisión de la compañía de respaldar la construcción de la planta de energía de carbón Ostroleka C.
4. Al acecho de refrigeradores gaseosos
Hoy en día toda refrigeradora tiene refrigerantes químicos como los hidrofluorocarburos (HFC), estos son gases invernaderos muy potentes, más que el CO2.
En el 2017 los líderes mundiales acordaron eliminarlo gradualmente, sin embargo, se a masificado la producción de neveras a escala global que ha hecho de este acuerdo algo imposible.
María Gutiérrez es la directora de programas internacionales de Tradewater, compañía que se encarga de buscar, aislar y tratar de controlar los cases con seguridad. Esta compañía registrar basureros o depósitos donde pueden estar estas neveras para poder controlar su emisión de refrigerante que al final de su ciclo de vida es más recomendable tratar.
«Algunas personas dicen que somos el equivalente a los ‘cazafantasmas’, pero de refrigerantes», cuenta Gutiérrez.
5. Barcos más resbaladizos
Se conoce que el 90% de la economía global se transporta en barcos, este método de transporte equivale a un 2% de las emisiones generadas por los humanos y se espera que se torne más factible para el medio ambiente.
Sin embargo, en todas estas embarcaciones siempre los acompaña un polizón, el bálano, quien causa problemas. A los barcos se les adhieren en sus casos bálanos, lapas y otros moluscos que expenden 25% más del diesel sucio que los barcos “resbaladizos”.
Al no generar movimientos en estos barcos, se atrasa el transporte por ende se debe cargar más combustible y como consecuencia trae US$31.000 millones al año al costo de combustible, sin mencionar el daño climático causado.
Para combatir esta fricción, los expertos trabajan en maneras para evitar estos bálanos, a través de pintura resbaladiza o robots que acaricien los cascos.
Esta idea parte de la limpieza bucal, como una medida de higiene humana, empleada a los barcos, utilizarlo en embarcaciones para su mantenimiento.
6. Crear un súper arroz
¿Sabías que cultivar arroz tiene el mismo impacto de carbono que la aviación? Esto sucede porque los cultivos de arroz, son arrozales inundados para poder eliminar la maleza rival. Sin embargo, esta agua no permite que el oxígeno llegue al suelo, por ende, este crea condiciones ideales para atraer bacterias que producen metano.
Se conoce que el metano es un gas que puede causar 25 veces más calentamiento global que el dióxido de carbono según cada kilogramo.
Los científicos están trabajando en un tipo de arroz que pueda crecer en campos secos y ayude a la reducción de metano a los agricultores. Hasta la fecha se han estudiado 650 nuevas variedades para lograrlo en el Instituto Internacional de Investigación del Arroz, donde utilizan la mejor cepa para el programa de reproducción.
Se espera con ansias gratos resultados para poder favorecer al medio ambiente reduciendo aquellos gases que provocan su declive a nivel mundial.
E.J.L.T.