La selva peruana está experimentando una de las mayores olas de calor de los últimos años, destacándose Tarapoto como una de las regiones con temperaturas promedio más altas. El miércoles pasado, se alcanzaron los 39,4 grados centígrados.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Tarapoto experimentó una de las temperaturas más elevadas del año, alcanzando los 39.4 grados el pasado martes. La región enfrenta una intensa ola de calor, poco común en la zona. Además de las altas temperaturas, la radiación ultravioleta aumentó excesivamente al mediodía, generando riesgos para la población.
Las elevadas temperaturas también impactaron en el distrito de Pilluana, que experimentó una temperatura de 39.2 °C; así como en El Porvenir (39.1 °C), Tingo de Ponaza con 39 °C, Nuevo Lima y Bellavista con 37 °C. En Chazuta, Juanjuí, Pachiza y Pelejo se registraron temperaturas de 36 grados Celsius.
Para el especialista del Senamhi San Martín, Augusto Brien Lachi García, atribuyó esta ola de calor extremo al calentamiento global, agravado por el crecimiento urbano desordenado que impacta negativamente en la flora y fauna.
“La nula cultura medioambiental ya hace estragos en nuestros ecosistemas, estamos pasando a ser una selva de cemento que día a día arde a más no poder por el inclemente sol, causando incluso la disminución de las aguas de los ríos, situación que ha desencadenado una sequía hídrica”, refirió.
Por lo tanto la ola de calor en San Martin se debe a una masa seca que se extiende por gran parte del país, inhibiendo las lluvias. En consecuencia, existe poca nubosidad lo que facilita que los rayos solares penetran con mayor facilidad, calentando la superficie terrestre.
“Otros factores que generan el alza de la temperatura están relacionados con el Fenómeno de El Niño, sumando a ello la escasez de lluvias, lo cual hace que aumente la sensación térmica”, manifestó.
Finalmente mencionó que esta situación se suele dar en lugares que cuenten con un aumento en la incidencia de incendios forestales debido a la «inestabilidad del aire». Dado que muchas familias en las áreas rurales utilizan leña para cocinar, una chispa puede desencadenar incendios de gran magnitud, como los que actualmente afectan la región.