Pagan las consecuencias. Los caballos de la Policía Montada se han visto afectados por el fuerte estruendo que genera el soplo de las vuvuzelas en la huelga docente desatada en la avenida Abancay.
¿Cómo ocurre? Los manifestantes inducen a otros con la intención de desorientar y aturdir a los equinos. Además, intentan golpear las patas de los caballos con el fin de hacerlos tropezar y caer. Ante estas acciones, los policías lanzaron bombas lacrimógenas para apartar a los docentes.
Sin embargo, también se pudo observar que otros caballos han caído por el arrojo intensificado de las mismas bombas lacrimógenas.
C.F.C