El país altiplánico lleva meses enfrentando una crisis económica sobre todo en el aspecto comercial , afectado también la relación con los países fronterizos en este caso, Perú quien actualmente maneja la moneda más estable en Latinoamérica.
Los dólares son escasos y los comerciantes bolivianos prefieren el sol peruano como moneda a la hora de pagar por sus productos y servicios. Este cambio no solo afecta a los bolivianos, sino también a los comerciantes peruanos que trabajan en la frontera .
Últimamente la migración económica se ha vuelto la última opción para poder obtener productos de máxima necesidad siendo esta consecuencia de la escasez de combustible, la falta de ingresos en dólares y diversos problemas internos que el gobierno de Luis Arce no ha solucionado.
La política energética de Bolivia está generando desabastecimientos y graves problemas económicos. Esta situación podría llevar a la emigración de más de 1 millón de bolivianos hacia Perú y a una significativa salida de dólares del país, similar a lo que ocurrió en Venezuela en el pasado, según informó la consultora Gas Energy Latin America. Se estima que Bolivia podría quedarse sin gas natural suficiente para cubrir su demanda interna para el año 2028.
El presidente Arce explicó a través de un mensaje a la nación que la falta de dólares y combustibles se debe a la falta de inversión en exploración tras la nacionalización de los hidrocarburos. La producción ha disminuido lo que incrementa la dependencia del país en la importación de combustibles. Además, la demanda y los precios de estos productos aumentaron , agravando la situación.
Por lo que destaca las tres medidas que piensa aplicará para contraatacar la crisis : exploración de nuevos pozos petroleros, impulso a la producción de biodiésel y estímulos para que el sector privado se sume a la producción de este biocombustible. “No estamos improvisando” también habló el presidente boliviano sobre el impacto de factores internacionales.
