Karim Benzema a sus 34 años se consagró con su primer Balón de Oro, haciendo de esta forma realidad el sueño que tenía desde pequeño, además de llegar a ser como uno de sus grandes ídolos, Ronaldo Nazario.
A Benzema, de origen argelino por la vida de su abuelo en Tighzert antes de emigrar a Francia, la rigidez en la educación de su padre Hafid y la dedicación de su madre Wahida por sus ocho hijos le condujeron hacia el camino correcto cuando crecía en los arrabales modestos de Lyon.
Desde pequeño vio que su pasión era la pelota. Con ella, el chico introvertido siempre destacó por encima del resto. Sin reloj para jugar en los campos pegados a su casa en el barrio de Terraillon, como para mejorar solo con el balón y una pared de su bloque. Impulsó a un cambio de hábitos alimenticios e iniciar un camino desde una de las zonas más humildes de Lyon.
Entre la admiración por Zinedine Zidane como gran referente de la selección francesa y Ronaldo Nazario, el delantero al que siempre quiso parecerse, Karim Benzema comenzó a jugar a los ochos años en el infantil del Bron Terraillon, donde su vida cambió por un doblete marcado al Olympique de Lyon. Meses después ya formaba parte de la cantera de uno de los clubes punteros del país que hizo una excepción para acogerle en su centro de formación, reservado a los niños procedentes de otras regiones.