Avances en la creación de sensores bioinspirados que emulan el cerebro humano

Estos dispositivos, diseñados para adaptarse a la piel, tienen la capacidad de detectar y analizar señales emitidas por el cuerpo humano y la necesidad de información sobre diversos procesos biológicos. 

Imatge d'arxiu de la plaça del Campus Catalunya de la Universitat Rovira i Virgili (Foto: Gerard Martí)

Cuenta con la participación y colaboración de instituciones españolas, francesas y alemanas.

La Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona se encuentra involucrada en un proyecto innovador junto a otras instituciones europeas, el cual busca desarrollar sensores con material orgánico que imiten el funcionamiento del cerebro. 

Estos dispositivos, diseñados para adaptarse a la piel, tienen la capacidad de detectar y analizar señales emitidas por el cuerpo humano y la necesidad de información sobre diversos procesos biológicos. 

El proyecto llamado “BAYFLEX” busca desarrollar sensores neuromórficos utilizando tecnología orgánica, especialmente polímeros, con el objetivo de aplicarlos en el campo de la salud. 

La característica principal es que imitan el funcionamiento del cerebro y permiten analizar datos provenientes de bioseñales, que son señales emitidas por el cuerpo humano que brindan información sobre diversos procesos fisiológicos.

Además, una de las innovaciones destacadas de BAYFLEX es el uso de materiales orgánicos, principalmente polímeros, en todos los componentes de los sensores. Esto los hace más económicos, sostenibles, impresos, flexibles y adaptables a la piel.

Asimismo, el investigador de la URV, Benjamí Iñiguez explica que “Los sensores detectarán las bioseñales, que llegarán a una red neuronal de transistores y de aquí pasarán a un circuito clasificador. En todo este proceso, utilizaremos materiales orgánicos en sustitución del silicio, que es el que se usa de forma habitual”. 

La URV desempeña un papel crucial en esta investigación, enfocándose en el análisis y evaluación de las propiedades eléctricas de los sensores, así como en el modelado, diseño y simulación de sus componentes y circuitos antes de su fabricación.

El proyecto BAYFLEX cuenta con financiamiento del programa Horizon Europe de la Unión Europea y forma parte de Pathfinder, un subprograma altamente selectivo que solo aprueba alrededor del 5% de las propuestas presentadas.

“Los proyectos tienen que ser realmente disruptivos y tienen que contar con un análisis de riesgos y un plan de contingencia muy precisos”, comentó el investigador Benjamí Iñiguez.

Por último,  el estudio cuenta con la colaboración de investigadores y científicos de universidades y centros de investigación en Francia y Alemania, junto con una empresa con sede en Zaragoza.