Relevo. Así podríamos definir la jornada de cuartos de final del penúltimo Masters 1000 de la temporada. El suizo Roger saltó a la cancha central sabiendo que ‘Nole’ había perdido, sin embargo, se encontró ante quizás el mejor Zverev del año.
El alemán, de un discreto 2019, parece encontrar sus mejores performances en los torneos Masters 1000 y de arranque se llevó el primer set por 6-3 a base de su mejor arma: el revés. El segundo set trajo las mejores emociones del partido, teniendo a Federer al borde de la derrota cuando Zverev sacaba para partido. El suizo logró quebrar y llevar el encuentro a un tiebreak, instancia donde ‘Fed’ se impuso y mandó a un tercer set. Ahí encontraríamos al mejor Zverev posiblemente del año: gran saque (logró 17 aces), punzante con el revés y consistente desde el fondo de la cancha. Logró romper el saque del suizo y posteriormente se llevó el tercer parcial por 6-3.
Sin embargo, la jornada empezó con otro batacazo. El serbio Novak Djokovic, campeón la semana pasado en Tokio y de un comienzo arrollador, aquí en Shanghai, cayó categóricamente ante la revelación del circuito (junto al ruso Medvedev), Stefanos Tsitsipas. El heleno que en este 2019 ya había ganado a Federer y a Nadal, buscaba ser uno de los pocos en haber vencido al ‘Big3’ en un mismo año.
El primer set encontró a un Djokovic demoledor, fuerte desde la base y elástico como nadie. El segundo set, al igual que con el partido de Fed-Zverev, albergó las mejores imágenes del choque. Tsitsipas mejoró en el saque y presionó desde el inicio de la manga al serbio, que cedió en el duodécimo game su saque y mandó el partido a un tercer y definitivo set que fue todo del griego, que mantuvo la gran intensidad mostrada en el segundo parcial y consiguió llevarse el tercer set por un contundente 6-3. En consecuencia, las semifinales se teñirán al 100% de la nueva generación, algo nunca antes visto. Todos los jugadores que jugaran el día de mañana nacieron a partir de 1996.
L.P.
