Por: Francisco Ugarteche Domínguez
(Lima 03/08/2020)
Los ciudadanos de todo el país deben soportar las limitaciones que la burocracia nacional impone a las autoridades regionales y la incompetencia de algunos gobernadores y directores regionales, que poco o nada hacen para contrarrestar las consecuencias de la epidemia del coronavirus.
En Puno el presidente del Comando de Lucha contra el COVID-19 del Colegio de Médicos, Enrique Portugal Galdós, denuncia que desde la presentación del plan para el ingreso a cuarentena en Puno y Juliaca, ningún funcionario del Gobierno Regional se ha vuelto a contactar con ellos para evaluar y hacer efectiva dicha propuesta.
En Arequipa Eloy Soto, presidente del Cuerpo Médico del hospital Honorio Delgado Espinoza, cuestionó la gestión que realiza la autoridad regional frente a la pandemia y el incremento de casos de coronavirus.
En Tacna más de 10 médicos del Hospital Hipólito Unanue fueron contagiados, según indicó el decano del Colegio Médico, Benjamín Núñez, mientras diversos sectores de la población reclaman por la incompetencia de algunas autoridades para contrarrestar las consecuencias del flagelo.
En Moquegua, tras más de 30 días de tratamiento, el gobernador, Zenón Cuevas Pare fue dado de alta luego de vencer al coronavirus gracias a que fue trasladado a Lima donde lo trataron hasta su recuperación. El no confió en sus propios médicos.
En Madre de Dios la situación se ha desbordado, el gobernador regional Luis Hidalgo anunció que se mantendrá un monitoreo constante en las provincias del Manu y Tahuamanu, las cuales no fueron incluidas en la cuarentena focalizada. Indicó que si bien Tambopata registra el mayor número de casos positivos, en los distritos de Iberia y Madre de Dios, ubicados en las provincias de Tahuamanu y Manu, respectivamente, la situación aún no está controlada.
Otras regiones del Sur como Cusco y Ayacucho pasan por circunstancias similares y ni hablar de lo que ocurre en el norte donde el esfuerzo de las rondas campesinas se diluyó con la propagación de la peste.
Le ha tocado el turno a las regiones y ahora más que nunca ha quedado en evidencia el fracaso de la regionalización y la incapacidad de muchas de sus autoridades.
