Investigadores de la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza (UNTRM) de Amazonas desarrollaron un estudio que identificó áreas prioritarias en el territorio nacional para el repoblamiento y la conservación del árbol de la quina, especie emblemática del Perú que representa al reino vegetal en el Escudo Nacional.
El árbol de la quina es una especie vegetal que pertenece al género Cinchona que tiene 25 variedades en el mundo, de las cuales 23 se encuentran en el territorio peruano.
Esta especie cobró fama mundial por sus propiedades farmacológicas y medicinales, dado que en su corteza posee quinina, un alcaloide natural con propiedades antipiréticas (disminuye la fiebre), antipalúdicas y analgésicas, por lo que fue recomendada para tratar eficazmente enfermedades como la malaria o paludismo.
Ligia Magali García Rosero, investigadora principal del estudio iniciado en enero del 2020 y finalizado en diciembre del 2021 con financiamiento del Fondecyt, sostuvo en diálogo con la Agencia Andina que se usaron modelos de correspondencia climática para determinar los sitios apropiados de distribución potencial del árbol de la quina según variables climáticas.
Las variables climáticas analizadas, entre las que destacaron la estacionalidad de la temperatura, la isotermalidad y la precipitación en el trimestre más seco, permitieron a los investigadores del Instituto de Investigación para el Desarrollo Sustentable de Ceja de Selva (INDES-CES) de la UNTRM, liderados por Ligia García Rosero, identificar por primera vez áreas de distribución potencial alta y moderada consideradas como prioritarias para la conservación y restauración del árbol de la quina en el Perú.
Áreas priorizadas
Con la ayuda de imágenes satelitales y sistemas de información geográfica se determinó que el 5,56% de la superficie de Perú, equivalente a 71 482 kilómetros cuadrados, tenían probabilidades altas para albergar plantaciones del árbol de la quina y favorecer su crecimiento.
Asimismo, el 27,44% (37 363,51 kilómetros cuadrados) de las áreas con potencial de distribución moderado corresponden a áreas naturales protegidas. Y el 64,95% (51 149 kilómetros cuadrados) de las tierras de moderada probabilidad son zonas actualmente degradadas y, por tanto, se consideran prioritarias para una restauración exitosa con plantaciones de árbol de la quina.
Replantear el plan nacional de repoblamiento
García Rosero consideró que, de acuerdo a los resultados del estudio, es necesario replantear el actual Plan Nacional de Acción para la Reforestación con árbol de la quina, en lo que respecta a su cobertura, dado que incluye departamentos como Lima, donde la investigación de la UNTRM determinó que no tiene condiciones óptimas para repoblación forestal con el árbol de la quina.
Ello se debe, según explicó, a condiciones climáticas inestables como los cambios bruscos de temperatura y las escasas lluvias que caracterizan a la región Lima y que no favorecen el adecuado crecimiento y desarrollo del árbol de la quina en su territorio.
En cambio, existen zonas de las regiones Amazonas y San Martín no consideradas en el plan nacional de repoblamiento que sí cuentan con las condiciones climáticas idóneas para que el árbol de la quina prospere.
En el caso de la región Amazonas se identificó un total de 12 789 kilómetros cuadrados, equivalente al 32.5% del territorio departamental, como aprovechables para el repoblamiento y la conservación del árbol de la quina. Y en la región San Martín se determinó que existen 9 388 kilómetros cuadrados, equivalente al 18.4% de la superficie departamental, aptos para tal propósito.
Cambio climático
Otra de las conclusiones importantes de la investigación de la UNTRM es que, según las proyecciones climáticas realizadas, el cambio climático no tendrá una incidencia significativa en el repoblamiento con el árbol de la quina en las áreas identificadas como prioritarias.
Análisis y validación molecular
Una vez concluido el estudio, a fines del 2021, se inició otra línea de investigación en el Instituto de Investigación para el Desarrollo Sustentable de Ceja de Selva (INDES-CES) de la UNTRM, en la que se realiza análisis y validación molecular sobre nuevas formas de reproducción del árbol de la quina.
En este caso se evalúan alternativas a la reproducción con semillas, como la propagación o multiplicación mediante otras partes de la planta.
Nuevo proyecto
Terminado el estudio sobre la distribución potencial del árbol de la quina, la investigadora Ligia García Rosero y su equipo se han embarcado en otro proyecto de investigación que busca determinar los impactos de la migración inversa o retorno provocado por la pandemia del covid-19 en la agricultura y la seguridad alimentaria de las comunidades nativas y rurales de la región Amazonas.
Este proyecto fue uno de los ganadores del concurso Proyectos de investigación aplicada en Ciencias Sociales, en su edición 2021, convocado por el Concytec.
Perfil de la investigadora y equipo de investigación
Ligia García Rosero es ingeniera agrónoma formada en la Universidad Central del Ecuador y cuenta con Maestría y Doctorado en Agricultura Sustentable otorgado por la Universidad Nacional Agraria La Molina.
Desde agosto de 2017 es catedrática de la Escuela Académico Profesional de Ingeniería Agrónoma, perteneciente a la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza.
El equipo de investigación encabezado por Ligia García Rosero estuvo integrado por cuatro docentes investigadores, tres tesistas y dos estudiantes de pregrado que realizaron sus prácticas preprofesionales.