Alrededor de 100 pacientes peruanos han sido beneficiados con la impresión de réplicas en 3D de tejidos, tumores, huesos, entre otras partes del cuerpo. Cabe señalar que los biomodelos son una reconstrucción tridimensional digitalizada como una “réplica” de la anatomía de los pacientes en base a una imagen médica, usualmente una tomografía o resonancia.
Un ejemplo del uso de esta biotecnología es el caso de Nadir Gutierrez Mio de 17 años, quien desde pequeño tenía fuertes dolores de cabeza, su nariz sangraba a diario y casi no podía respirar. Por ello, los doctores decidieron intervenir quirúrgicamente, de modo que le extirparon un tumor nasal benigno de 5 cm. El doctor Walter Flores, a cargo de la cirugía, explica el procedimiento que se realizó y cómo se usó la tecnología 3D en este caso.
“El paciente fue sometido a una cirugía compleja endoscópica mínimamente invasiva. Para extirpar el nasoangiofibroma primero se elaboró un prototipo de la zona afectada por el tumor. Al hacer la reconstrucción en 3D se pudo identificar el recorrido de la arteria a la que conocemos como maxilar interno que alimenta el tumor. Lo que hicimos fue cortar la circulación del tumor para poder removerlo haciendo que sangre lo menos posible”, señala el cirujano de otorrino del INSNSB.
Asimismo, el especialista afirma que se pudo tener una mejor planificación quirúrgica y es una referencia de mayor precisión en comparación con las imágenes radiográficas.
“Al tener la pieza física, podemos compartir con el equipo quirúrgico antes de la operación el procedimiento e incluso a los familiares del paciente también se les explica qué vamos hacer. Antes solo usábamos las imágenes tomográficas, ahora con el uso de esta tecnología tenemos mayor confianza para abordar cirugías complejas o tumores mayores”, detalla.
Por otro lado, el doctor Juan Pablo Sánchez Navarro, médico radiólogo y jefe del Área de Innovación Tecnológica del INSNSB, profundiza los beneficios del uso de esta tecnología: conlleva a una disminución del tiempo quirúrgico, disminución del sangrado, disminución de complicaciones intraoperatorias y post quirúrgicas, y menor estancia del paciente en hospitalización o en UCI si lo requiere.
“Estas réplicas que son de tamaño real son de mucha ayuda a los médicos porque pueden ver cómo intervenir con mayor seguridad y precisión, aumentando las posibilidades de éxito en los resultados,” dijo Sánchez.