Un reciente estudio sobre pesticidas en alimentos, que analizó muestras de mercados en Lima y otras regiones, reveló que la cebolla china, un ingrediente clave en platos como el chaufa, el caldo de gallina y el pollo al sillao, presenta niveles de pesticidas superiores a los permitidos, haciéndola no apta para el consumo humano. Esta información no solo llamó la atención de la ciudadanía, sino que también generó inquietud sobre si otros vegetales también superan las cantidades permitidas de agroquímicos.
La revelación suscitó cuestionamientos por parte de organizaciones y expertos sobre la «débil» supervisión del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) en el uso de plaguicidas en la agricultura del país. Además de la cebolla china, el estudio identificó que el apio también tenía altos niveles de contaminación.
En una muestra tomada en el Mercado Mayorista Señor de Puelles, en la región Huánuco, se determinó que los niveles de plaguicidas excedían hasta 128 veces los límites permitidos, según análisis realizados por Mérieux Nutrisciences, un laboratorio acreditado por Senasa.
El informe titulado Tercer Monitoreo Ciudadano de Pesticidas en los Alimentos también incluyó muestras de pimiento y tomate, las cuales mostraron contaminación con clorpirifos, un pesticida cuyo uso está prohibido desde agosto tras una normativa de Senasa.
Los investigadores también recolectaron muestras en el Mercado Mayorista de Santa Anita (Lima) y en los mercados regionales Challhua (Huaraz), El Palomar (Arequipa) y Wanchaq (Cusco). La preocupación aumenta, ya que estos mercados reciben a diario a cientos de personas en busca de productos para sus familias.
¿Cómo impactan los pesticidas en la salud?
Los expertos de Senasa advierten que la exposición prolongada a los pesticidas en los alimentos puede tener graves consecuencias para la salud. Los agroquímicos encontrados en el estudio, como la bifentrina y el fipronil, están relacionados con problemas respiratorios, daño al sistema inmunológico y reproductivo, así como un mayor riesgo de cáncer.
Asimismo, el clorpirifos, un pesticida prohibido, puede afectar el desarrollo cognitivo en niños y está vinculado a problemas neurológicos, según investigaciones internacionales.
El Colegio de Nutricionistas del Perú ha expresado su profunda preocupación por esta situación. Este gremio señala que algunas de las sustancias químicas detectadas en niveles superiores a lo permitido son consideradas cancerígenas y pueden dañar órganos vitales como el corazón. «Son extremadamente perjudiciales para la salud», afirmó el grupo a través del Consejo Regional de Lima, instando a las autoridades a tomar medidas para asegurar la inocuidad de frutas, verduras y otros alimentos de consumo humano en los mercados.