
Alrededor de 422 millones de personas padecen diabetes, enfermedad que suele aparecer cuando el páncreas no produce insulina suficiente, hormona que regula el azúcar en la sangre. Existen dos tipos de diabetes, entre ellas se encuentra la diabetes tipo 1, que ataca a niños y jóvenes, provocando la dependencia diaria de la insulina. Al ser de difícil control se necesita de aparatos que regulen el nivel de azúcar. Hasta la actualidad se considera una enfermedad incurable.
Sin embargo investigaciones creen que la BCG (bacilo de Calmette-Guérin), una vacuna usada por primera vez en 1921 para combatir la tuberculosis y que además sirve para el tratamiento del cáncer temprano de vejiga, puede ayudar también al tratamiento de la diabetes Tipo 1.
Esto se debe a la investigación de la doctora Denise Fautsman, profesora asociada de medicina en la Universidad de Harvard y trabajadora del Massachusetts General Hospital (MGH). Fautsman junto con unos colegas tuvieron éxito al suministrar la vacuna BCG en ratones con diabetes tipo 1. En el 2010 comenzaron las pruebas en humanos, probándose en el 2012 que la vacuna era segura. En junio del 2015 se empezó la segunda etapa, que busca determinar la dosis correcta, fase que terminará para el 2023.
Una de las recientes publicaciones de la doctora, indicaba que nueve personas que habían sido inyectadas con la vacuna durante un periodo de ocho años normalizaron sus niveles de azúcar y su necesidad de insulina disminuyó en una tercera parte. Estos resultados son un gran logro para la medicina humana.
C.V.M