A puertas de las celebraciones por el Año Nuevo, el Ministerio del Interior recuerda que los artefactos pirotécnicos, en especial los detonantes no autorizados, son altamente peligrosos y su uso puede provocar diversas situaciones de emergencia, por lo que se recomienda evitarlos. Vea aquí la galería fotográfica.
Si bien es común percibir el sonido de bombardas, silbadores y el destello de fuegos artificiales para recibir el nuevo año, esto supone una serie de riesgos que pueden evitarse, actuando de manera responsable y tomando real conciencia de los posibles peligros de la pirotecnia.
Para evitar este tipo de situaciones, el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú, la Policía Nacional y la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec) explican por qué no debemos usar pirotécnicos.
- Aumentan el riesgo de incendios
Según estimaciones de los bomberos, el uso de pirotecnia, incluyendo aquella de tipo deflagrante o que solo emite luz, incrementa en un 30% el riesgo de incendios, sobre todo, cuando estos artefactos se utilizan sin precaución y en espacios cerrados, donde hay materiales inflamables. - Pueden causar lesiones y/o quemaduras
La Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) de la PNP indicó que todo artefacto pirotécnico es peligroso, sea vendido legal o ilegalmente, sobre todo cuando contiene pólvora, por lo que su manipulación puede provocar quemaduras, lesiones graves y hasta mutilaciones.
- No están autorizados
La venta o exhibición de pirotécnicos al público está totalmente prohibida en calles, plazas y mercados, al igual que su compra y almacenaje. La Sucamec advirtió que vendedor y comprador son partícipes de un delito o infracción. Para estos casos, hay sanciones pecuniarias y penales. - Contaminan el ambiente
Los juegos pirotécnicos y fuegos artificiales están hechos con compuestos tóxicos y liberan gases contaminantes, como el monóxido de carbono, que daña la atmósfera y que demora entre dos y tres días en disiparse. Además, generan partículas que afectan la calidad del aire local.
- Afectan a las mascotas
El sonido estruendoso y la deflagración de estos productos provocan nerviosismo, estrés, desorientación y lesiones en animales domésticos y silvestres, generando su huida. Además, los hace pasibles a sufrir daño auditivo, temblores, aturdimiento y miedo. - Provocan ansiedad y estrés en niños autistas
Los niños con condición del espectro autista tienen una hipersensibilidad a los sonidos en general, es decir, perciben los ruidos de manera aumentada. Por ello, los estruendos provocados por los pirotécnicos les generan un alto nivel de ansiedad, estrés, tensión y episodios de crisis.
H.J.A.D