Angustia en Cusco: Trabajador del Poder Judicial lleva más de una semana desaparecido

José Carlos Martínez Aller, trabajador del Poder Judicial de Cusco, desapareció el 21 de abril mientras se dirigía desde la provincia de Paruro hacia la ciudad imperial. Desde entonces, no se tiene rastro suyo ni de su camioneta roja, de placa X6A-418.

Según reportes de la Policía Nacional del Perú (PNP), la última pista sobre su paradero proviene de cámaras de seguridad en el sector de Pomate, donde su vehículo fue captado en movimiento. Imágenes analizadas por testigos y dirigentes sindicales revelarían la presencia de al menos dos personas más a bordo, lo que ha incrementado las sospechas de un posible secuestro.

Ante la falta de resultados en la investigación, familiares, colegas y amigos de Martínez Aller realizaron un plantón el pasado 28 de abril frente al Palacio de Justicia de Cusco. Ruth Martínez, hermana del desaparecido, expresó su preocupación por la demora en las diligencias: “Mi hermano tenía asuntos judiciales pendientes, como un proceso de pensión alimentaria. No es normal que no haya ninguna pista ni del vehículo ni de él”.

El coronel Walter Poma, jefe de la Región Policial del Cusco, informó que más de diez agentes especializados de la División de Investigación Criminal (Divincri) y de la Unidad de Salvamento de Alta Montaña están desplegados en la zona. “Estamos utilizando drones y tecnología de última generación para rastrear todo el trayecto entre Paruro y Cusco. La búsqueda es compleja, pero continúa de forma ininterrumpida”, declaró.

Las autoridades manejan diversas hipótesis, aunque no se han brindado detalles públicos debido a la reserva del caso. Mientras tanto, la incertidumbre crece entre los allegados del notificador judicial, quienes temen que haya sido víctima de un delito y exigen a las autoridades mayor celeridad y transparencia en las investigaciones.

Martínez Aller, de 41 años, cumplía funciones como notificador judicial en la provincia de Paruro y debía entregar documentación oficial en la ciudad de Cusco el día de su desaparición. Desde entonces, su teléfono permanece apagado y no hay rastros de su paradero ni del vehículo.