Por: Alejandro Marco Aurelio Capcha Hidalgo.
Periodista: Reg: -N°-4654-
La desesperación angustiante de los legisladores conllevó la aprobación este último miércoles 07/06//2023, la Reforma Constitucional para que exista bicameralidad después que fue suspendido el 05 de abril de1992, por el gobierno de Alberto Fujimori. Lo que llama la -atención- es que el Congreso de la Republica lo aprobó entre gallos y media noche para que existan dos cámaras la de Diputados y Senadores como contemplaba en la anulada constitución del 79.
Hay que subrayar, la ley avalada por 86 congresistas acuerda que exista 130 diputados y 60 senadores, que haya un total de 190 parlamentarios, y como no alcanzó los 87 votos tendrá que ir a referéndum. Debido a ello los congresistas bisoños se le salió la palomillada de solicitar la reconsideración para conseguir los 87 votos en segunda votación de la próxima legislatura, que será sin duda alguna, aprobando y obviando escandalosamente el referéndum.
Los congresistas saben que si van a un referéndum la mayoría de la población va a rechazar esta propuesta, por la imagen deteriorada del Congreso y de sus miembros. Independientemente de lo mencionado, coincido con Aldo Mariátegui, quien cuestiona el retorno a la bicameralidad, al señalar que el Senado estaría compuesto por “otorongos canos”, y en efecto, los beneficios del regreso de la doble cámara, para una realidad tan chicha como la peruana, están sobrevaloradas. Muy puntual y preciso, Aldo.
Es de conocimiento público los congresistas son rechazados por más del 95% de la población, y se acercan a los decimales y lo peor que no sienten el dolor, el griterío y el clamor del pueblo que los detestan con insultos y a veces son agredidos físicamente cuando salen por las calles. Sin duda alguna los culpables son ellos mismos por blindar y proteger a parlamentarios corruptos como los “mochasueldos” los “niños”, agresores y violadores de mujeres, y otras perlas más que se suman en su hoja de vida.
Pero los congresistas insisten en entornillarse en su curul con iniciativas que operan los promotores aduciendo que urge una cámara sabia, reflexiva para que filtre los proyectos aprobados por los eventuales diputados. Sin embargo, la existencia de normas cuestionadas tiene que ver directamente con la calidad de los integrantes del Congreso, que no va a mejorar aumentando el número de parlamentarios.
Este acto indigna a la ciudadanía porque los legisladores tienen diversos privilegios, comenzando por los jugosos sueldos que perciben, las gollerías que muestran a cambio de nada y, lamentablemente, algunos de estos padres de la patria creen que están por encima de los ciudadanos cuando se sabe que el Congreso está abarrotado de la mediocridad, la componenda, la repartija, y los arreglos.
La población quiere, desparecer el Congreso, no porque esta institución no sirva, sino por los elementos anodinos que están en ella, y que los parlamentarios hacen méritos con su mediocridad para su respectivo cuestionamiento por la opinión pública.
Históricamente ser parlamentario era un orgullo, hoy parece una afrenta, ya que cada Congreso nuevo trae consigo gente CHICHA, y no comprenden que ser funcionario público es para servir y no servirse del cargo para cometer sistemáticamente actos de corrupción.
Tenemos honrosas excepciones con algunos congresistas que se alejan de estos calificativos y de verdad quieren servir al país, pero lamentablemente en la mayoría de ellos está sellado en su gen y con tinta indeleble, la acepción del verbo robar, blindar, y beneficiarse de la corrupción perenne atractivo que jala como un imán.
Es cuestionable que los congresistas se han olvidado de lo que sucede en el sector educación, salud, donde los hospitales son una calamidad, la salud se ha convertido en un gran negocio, los médicos recetan medicamentos de marcas porque reciben comisiones de los laboratorios, las máquinas para sacar imágenes siempre están malogradas en los hospitales y recomiendan centros para que dichas imágenes sean tomadas y abundan las comisiones, lo peor, esto lo saben las autoridades pero sin embargo no existe emoción social en los padres de la patria, que brillan por su ausencia para frenar este álgido problema.
Y la seguridad ciudadana, es funesto los robos son el pan del día, como el asalto, el raqueteo, el sicariato, la extorsión, el asesinato, en ello los congresistas se hacen de la vista gorda.
La bicameralidad es una excelente iniciativa, pero sin estos congresistas mediocres que aspiran reelegirse, y ostentar el cargo de Senador. El problema no es cantidad, sino de la calidad de las personas.
La calidad del Congreso es cada vez peor y algo se tiene que hacer al respecto, pero el retorno al bicameralismo no es el camino por ahora, y la coyuntura de la crisis política no ayuda desde el primer poder del Estado. Cuánto se extraña a Luis Alberto Sánchez, Enrique Chirinos Soto, Alyza Grundy, Polar Ugarteche, Felipe Osterling, Valle Riestra, Breña Pantoja, Carlos Malpica, Javier Diez Canseco, Ramírez Del Villar, Celso Soto Marino, Genaro Ledesma…Etc., etc.