Un adulto mayor de iniciales E.P.B. (73) fue hallado muerto dentro de un islote del río Mantaro y a las 12:50 de la tarde del pasado domingo. El cuerpo estaba semidesnudo y con golpes, por ello el fiscal ordenó hacer la necropsia de ley para esclarecer el hecho.
El septuagenario había permanecido aislado en su habitación ubicado en La Oroya, debido a que desde hace 13 días le diagnosticaron ser portador del coronavirus, pero desde la mañana del viernes 26 de junio no había indicios de su estancia en el inmueble.
Cabe resaltar que, en la mesa ubicada al interior de su cuarto, se encontró una carta mencionando el temor que tenía de contagiar a sus hijos y nietos con la enfermedad, por lo que desde ese momento fue buscado intensamente por sus familiares.
Al lugar donde se encontró el cadáver llegó el subprefecto Fidel Dionisio Casas quien avisó a los agentes de la Policía Nacional del Perú tras descubrir el cuerpo. Los vecinos de la zona lo reconocieron ratificando que el fallecido estaba infectado con el COVID-19.
B.H.S.M.
