“El gobierno ucraniano debe asegurarse inmediatamente de ubicar sus fuerzas lejos de las zonas pobladas, o debe evacuar a los civiles de las zonas donde operan los militares”, explica Agnés Callamard, secretaria general de la ONG, en el informe de la Amnistía internacional.
De acuerdo con un informe publicado hoy jueves, 4 de agosto, la Amnistía internacional (AI) señaló que “las fuerzas ucranianas ponen en peligro a los civiles y violan las leyes de la guerra cuando operan en zonas pobladas. Estar en una posición defensiva no exime al Ejército ucraniano de respetar el derecho internacional humanitario”.
Precisamente, en el documento la organización denuncia la táctica de combate usada por el ejército ucraniano debido a que ponen en riesgo la vida de la población civil. En esta línea, sostienen que comisionar los puestos de combate en los hospitales y escuelas, sumado al uso de armas en las zonas residenciales, atenta contra los derechos humanitarios internacionales.
A pesar que los soldados ucranianos tenían “alternativas viables, como bases militares o zonas boscosas u otras estructuras más alejadas, que no pondrían en peligro a los civiles”, optaron por alojarse en la mayoría de las zonas residenciales que estaban “a kilómetros de distancia de las líneas del frente”.
Por su parte, la Amnistía internacional aseguró que los efectivos se desplegaron en alrededor de 19 ciudades y locales residenciales de las provincias de Járkov, Nikoláyev, Donbass, entre otros.
Hospitales y escuelas en peligro
De igual manera, el informe, que incluía la investigación de la ONG entre abril y julio, reporta que los investigadores de la AI fueron testigos de que los hospitales los usaban como “bases militares de facto” en cinco ubicaciones. “En dos ciudades, docenas de soldados descansaban, molestaban y comían en hospitales. En otra ciudad, los soldados disparaban desde cerca del hospital”, precisaron.
En el caso de las escuelas, los investigadores de la Amnistía identificaron que en 22 de las 29 escuelas visitadas los soldados “utilizaban las instalaciones” y a su vez, “encontraron pruebas de actividad militar actual”, incluida la presencia de municiones desechadas, paquetes de raciones y vehículos militares.
En esta línea, Agnés Callamard, secretaria general de la ONG, argumenta en el informe que “los militares nunca deben usar hospitales para participar en la guerra, y solo deben usar escuelas o hogares civiles como último recurso cuando no haya alternativas viables”.
Como se recuerda, el derecho internacional humanitario no prohíbe que los soldados utilicen las escuelas sin actividad para apoderarse en medio de un conflicto. Sin embargo, la Amnistía reitera que los militares deben evitar recurrir a dichos lugares que se encuentran cerca a las zonas residenciales.