El último filme de Alfonso Cuarón, el deslumbrante thriller espacial Gravity, ganó más de 7 Oscar y recaudó más de 720 millones de dólares; ahora el director mexicano deslumbra a la crítica con su nueva cinta Roma, basado en sus recuerdos de infancia y fue rodada en blanco y negro en un barrio de México donde vivía.
“Hubo ofertas enormes y hermosas después de Gravity, y muy tentadoras. Y ofertas desde un punto de vista financiero realmente apetecibles”, contó Cuarón en una entrevista. “Pero era una de esas cosas que tenía que hacer con mi profunda admiración al cine que tiene que ver con los viajes personales”.
Roma trata de una empleada doméstica Cleo (Yalitza Aparicio), quien trabaja para una familia que vive en el barro de Roma, en la capital mexicana. La vida familiar se ve resquebrajada cuando el padre deja a su esposa. Y el tumulto del México de principios de los años 70, cuando los estudiantes se enfrentaron a la policía.
“Es una observación del viaje de un personaje tanto como una observación de un país, y un país que, como Estados Unidos y gran parte del mundo, tiene esta relación perversa entre las clases sociales y razas”, dijo Cuarón.
Cuarón calcula que el 90% de la película derivan sus recuerdos de infancia y viejas fotografías. Reprodujo la casa de su infancia, buscó actores que sean muy parecidos a sus familiares y se obsesionó copiando cada detalle de los primeros años de su vida. También estuvo a cargo de la cinematografía después de que su usual fotógrafo, Emmanuel Lubezki, decidiera retirarse por otros asuntos.
“Reproduje cada pulgada de mi infancia con un 70% de los muebles originales”, dijo el realizador.
Y aunque “Roma” es mucho más íntima y biográfica que Gravity o Children of Men, el cineasta uso muchas de las técnicas que aprendió haciendo cintas visualmente espectaculares. Filmó digitalmente en 65mm y usó Dolby Atmos para el sonido suntuoso. En el momento climático de la cinta, los sonidos del agitado oleaje en una playa envuelven a la audiencia.
R.E.T
