Desde esta semana, las actividades públicas y privadas quedan limitadas en Alemania debido a la entrada en vigor de restricciones hacia las actividades sociales. La finalidad es reducir la expansión de la covid en las fiestas de fin de año, y también frenar la amenaza de la variante ómicron.
Alemania ha estado atravesando en estos últimos días una baja en la incidencia de los casos de coronavirus, sin embargo, varios estados federados han reforzado las medidas de bioseguridad. A su vez, los expertos advierten del advenimiento de una nueva ola por el ómicron.
Dentro de los estados que han puesto en marcha medidas de prevención se encuentran Mecklenburgo-Antepomerania (noreste de Alemania), Brandeburgo (este de Alemania) y Baja Sajonia (norte del país), y Baden-Württenberg (suroeste del país), los cuales cerrarán desde este lunes cines, teatros, museos, reducción de aforos, entre otras.
Para el último día del año, las medidas se relajarán permitiendo que los establecimientos cierren a la una de la madrugada.
Las últimas cifras del Instituto Robert Koch (RKI) de virología indican que este lunes, la incidencia semanal en Alemania se situó en 222,7 contagios por 100.000 habitantes frente a los 316 de la semana anterior y en las últimas 24 horas se registraron 13.908 nuevas infecciones de coronavirus, 2.178 menos que la semana anterior.