El exmandatario, Alejandro Toledo, se entregó a las autoridades estadounidenses para ser detenido y, posteriormente, extraditado al Perú para afrontar los 18 meses de prisión preventiva que se le impuso por el caso Interoceánica.
El expresidente debió llegar a las 11:00 a.m. a la sede del Palacio de Justicia de San José, en California, por lo que en ese momento se informó del vencimiento del plazo.
Sin embargo, Toledo Manrique acudió a una sede judicial distinta a la esperada para evitar imágenes de su entrega.
Previo a su entrega, el exmandatario peruano, investigado por presunta corrupción y lavado de activos, presentó una moción de emergencia con el objetivo de que se vuelva a suspender el proceso de extradición.
No obstante, su recurso por retrasar su llegada al Perú fue rechazado por la jueza Beryl Howell, de la Corte de Columbia, lo que implicaba que el expresidente peruano cumpla con la orden de entrega dispuesta por el magistrado Thomas Hixson.
Después de conocerse la decisión, la agencia de noticias EFE difundió una entrevista al exlíder del extinto partido, Perú Posible.
«Le pido a la justicia peruana que no me mate en la cárcel, déjenme luchar con argumentos», mencionó el exmandatario desde su departamento ubicado en la localidad de Menlo Park.
«Lo haré, soy respetuoso con la decisión del juez, Thomas S. Hixson, aunque no la comparta», respondió al ser consultado sobre su entrega al sistema judicial.
Dichas declaraciones fueron las últimas que concedió Toledo Manrique en su condición de arresto domiciliario, régimen del que goza desde el 2020, tras cumplir un año en la prisión californiana, por los peligros que la crisis de la COVID-19.
Internado en Barbadillo
El ministro de Justicia y Derechos Humanos, José Tello, adelantó que el expresidente podría ser internado en el Establecimiento Penitenciario de Barbadillo, ubicado al interior del inmueble de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) de la Policía.
Actualmente, en este penal están recluidos los expresidentes Alberto Fujimori y Pedro Castillo.
Al llegar a Perú, Toledo Manrique será sometido a una serie de exámenes médicos en el Instituto de Medicina Legal para determinar sus condiciones de salud, en un contexto en que la defensa del exmandatario ha revelado que este padece de cáncer.
Acusaciones de corrupción
Desde 2015, Toledo es investigado judicialmente por dos casos de presunta corrupción.
El expresidente fue acusado de lavado de activos por la compra de dos inmuebles a nombre de su suegra, valorados en unos 4,5 millones de dólares, con fondos presuntamente no declarados.
Estas adquisiciones se realizaron, según la fiscalía, a través de una empresa «fantasma» creada en Costa Rica bajo el nombre de Ecoteva.
Por otro lado, fue vinculado con el escándalo internacional de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.
En noviembre de 2016, Jorge Barata, exdirector de Odebrecht en Perú, aseguró a la fiscalía de ese país que la constructora le pagó 20 millones de dólares a Toledo a cambio de la adjudicación de los tramos 2 y 3 de la carretera Interoceánica Sur.
