La madre llegó en el preciso momento cuando la violación venía sucediendo, pues fue alertada por la llamada de una vecina que aseguraba que su hija estaba siendo atacada por tres hombres muy conocidos en la comunidad.
Como primer acto en medio de la desesperación, Nokubonga alertó a la policía lo que sucedía, pero nadie contestó sus llamadas. Ella sabía que las fuerzas policiales tardarían en llegar, pues su pueblo está ubicado en medio de grandes colinas en la provincia del Cabo Oriental, Sudáfrica.
“Pensaba que, para cuando yo llegara, ella podría estar muerta. Ella conocía a los culpables y ellos la conocían, sabían que ella los conocía. Podrían pensar que tenían que matarla para que ella no los reportara”, explicó la madre.
Nokubonga cogió dos cuchillos y se dirigió al lugar donde se encontraba su hija, una vez que llegó, confiesa que el miedo la invadió, pero al encontrarse con tal escenario, sacó fuerzas y decidió atacar a los violadores, uno de ellos intentó escapar por la ventana sin éxito, resultando gravemente herido, al igual que su otro cómplice, muriendo al instante el tercero.
Según el juez encargado de llevar el caso, la escena de ver a un hombre abusando de su hija “la afectó mucho emocionalmente”, pero la furia le permitió mantenerse en pie y defenderse de los agresores.
Tras el hecho, Nokubonga fue llevada a la comisaría y Buhle Tonise. Fue la abogada quien la representó durante el proceso. “Cuando te encuentras con gente de ese nivel de pobreza, sabes que la mayoría de veces sienten que irán a prisión porque no tienen a nadie que los defienda. El sistema de justicia es para aquellos que tienen dinero”, aseguró la abogada.
Rápidamente recibió apoyo de los medios de comunicación, quienes la apodaron como “mamá leona” y en poco tiempo su caso se hizo viral, consiguiendo de esta manera la victoria del juicio.
A.B.G.P.
