La Academia Nicaragüense de la Lengua fue clausurada por orden del presidente de dicho país, Daniel Ortega, y del Parlamento del país el día de ayer en el país centroamericano. Así, se logra el cometido de Ortega, que buscaba cerrar el órgano independiente desde el 2020.
De esta manera, y con votos de 75 diputados del partido oficialista, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), y aliados, y la abstención de los 16 diputados restantes, fue aprobada con carácter urgente la disolución de la entidad. Cabe indicar que el Legislativo lo integran un total de 91 diputados. Además, fueron cerradas otras entidades.
Según lo dicho por el oficialista Filiberto Rodríguez, el cierre se debe a que no cumplían la ley de régimen de “agentes extranjeros”, ordenada por Ortega, además de que han “incumplido sus deberes y obligaciones ante el ente regulador». Sobre el régimen, en vigencia desde 2020, es preciso indicar que sirve como control de las donaciones de las entidades, y se usa para controlar a las críticas del gobierno de Daniel Ortega.
Finalmente, la medida no ha estado exenta de cuestionamientos, pues la Real Academia de la Lengua Española (RAE), y las Academias de la Lengua de Chile, Ecuador y México se han pronunciado al respecto. Así, el director de la RAE dijo que «no es ya una agresión a una libertad, la de asociarse o de opinar. Es cortarle la lengua a la gente e ir un paso más allá en la opresión. Es intolerable desde cualquier punto de vista».