Un equipo de científicos decidió elaborar el primer producto de consumo que proviene de un área abandonada, que se ubica alrededor de una central nuclear dañada. «Tomamos el grano, que estaba ligeramente contaminado, y el agua de la zona de Chernóbil y luego lo destilamos », señaló Jim Smith, profesor de la Universidad de Portsmouth, quien intervino en el proceso de investigación y elaboración del vodka.
El profesor Smith ha venido formando un equipo de investigadores que puso a prueba la bebida alcohólica atómica en un laboratorio de radioanálisis, para verificar si encontraban alguna radioactividad. El resultado fue sorprendente, ya que no encontraron nada, todo estaba por debajo del límite.
Los creadores esperan realizar 500 botellas este año y sacar provecho de la venta para ayudar a las comunidades locales en Ucrania que aún sienten las consecuencias del accidente de 1986. Las primeras muestras estarán a la venta para los numerosos turistas que visitan la zona.
El proyecto comenzó con cultivos de cereales en una granja local. Expertos en cócteles lo compararon con el vodka casero y afirmaron que en el vodka de Chernóbil realmente se puede sentir el sabor del grano.
A.E.S.M.