Durante 130 años el “gran K” fue el referente absoluto en cuanto a medidas respecta. Un cilindro de platino-iridio conservado en Francia, esta vez será reemplazado por una constante matemática que fijará con exactitud al kilo, esto en la etapa de las tecnologías de alta precisión.
La Oficina Internacional de Pesos y Medidas (BIPM), alberga en una ciudad cerca de París, el “gran K” o el Prototipo Internacional del kilo, alusión de todas las medidas de masa a nivel mundial. Esto por ejemplo cuando se quiere pesar a una persona, cortar trozos de carne, pesar metales, entre otros.
Cabe resaltar que, como no es posible calibrar todas las balanzas a nivel mundial en función a este elemento, existen seis copias-testigo. Esto para tratar de tener una mayor precisión en la medición.
Thomas Grenon, director general del Laboratorio Nacional de Metrología y Ensayos de Francia, sostiene que: “El kilo es la última medida basada en un artefacto físico”.
Finalmente, en la edición 26 de la Conferencia General de Pesos y Medidas, que se realizará entre el martes y el viernes en la ciudad de Versalles, ubicada al oeste de París, se prevé la aprobación de una nueva definición del kilo respaldada en la fórmula de la constante de Planck (h) perteneciente a la física cuántica.
M.L.T.
