Greg Peters Director de Producto de Netflix. Ha participado en uno de los eventos de referencia a nivel europeo dentro del ámbito de la innovación que se encontró en Lisboa la conferencia Tecnológica Web Summit 2018; donde Peters ha anunciado algunos de los lanzamientos de la plataforma para la próxima temporada.
Peters define su empresa como una fusión de tecnología y contenidos; él mismo es producto de esa fusión. Apasionado al cine desde niño, luego se graduó en Física y Astronomía por la universidad de Yale. Ha aplicado sus conocimientos en software de código abierto para que el cine y la televisión hayan roto las fronteras idiomáticas y las fronteras técnicas. “Netflix se puede ver en pantallas de 1700 aparatos diferentes; en el último mes, los abo nados vieron películas en 518 millones de pantallas distintas”, anuncia a un auditorio de miles de personas.
El éxito de Netflix no se lo ha regalado nadie, de hecho, robó el pastel que preparaba Apple TV y que nunca logró; y ahora también están en la competencia los gigantes Amazon y Disney. “Creo que eso es genial para los abonados, que van a tener más posibilidades. Hay un gran cambio en el uso de Internet, en la entrega de una experiencia televisiva de alta calidad, y muchas empresas van a tener éxito en este sector. No creo que en el futuro la gente vaya a tener solo una suscripción, creo que tendrá un par y nuestro trabajo es ser mejores que los demás”, explica Peters a diario líder en España.
Peters se atreve a tres negaciones contundentes:
R: Con tantos millones de abonados, ¿se extenderá Netflix al mundo del deporte?
Peters: No ¡Hay tantas buenas historias que contar! Y apenas hemos arañado su superficie.
R: ¿Pondrá publicidad?
Peters: No. Somos un servicio de suscripción; nuestros consumidores pagan mensualmente, no vamos a necesitar otras fuentes de ingresos. No habrá anuncios.
R: ¿Subirán el precio de abono?
Peters: No, el precio está bien [ya aplicaron una subida generalizada en todo el mundo hace un año]. En este momento nuestro trabajo es ganar más y más suscriptores. Obviamente si agregamos más valor podríamos cobrar más, pero esencialmente nuestra política actual es de expansión y captación de abonados sin fijarnos en las tarifas de la televisión de pago o en las entradas del cine.
Peters pone ejemplos del fin de la barrera idiomática. “En los últimos 20 años, Europa estuvo creando series que apenas se distribuían en dos países del continente y, a veces, ni eso. Ahora es posible la distribución global. Los norteamericanos solo veían películas en inglés, ahora se apasionan por series como la mexicana La casa de las flores porque se la ofrecemos doblada. El mejor ejemplo de la globalización televisiva es La casa de papel, la serie no rodada en inglés más vista en la historia de Netflix. Solo necesitamos un buen subtitulado y un buen doblaje para que su historia y su música triunfasen en todo el mundo. La barrera del idioma ha sido nuestra oportunidad”.
La tentación de seguir por un catálogo trillado de series de violencia, espías y fenómenos paranormales existe, aunque este ejecutivo la rechaza. “Creo que es al revés, el éxito nos da la oportunidad de encontrar historias que son originales y que nunca se han contado en los difusores tradicionales. Tenemos la oportunidad de que los narradores de historias vengan a contarlas aquí porque hay un nuevo poder de transmisión. En Netflix somos innovadores y tomamos riesgos”.
L. R. C.