«El castillo de arena de Fuerza Popular», por Aracely Alejos

Foto: La República

El fiscal José Domingo Pérez ha puesto en jaque a la ‘fuerza número 1’ y ahora todo parece ir cuesta abajo para el partido color naranja y su figura principal, Keiko Fujimori, quien desde que perdió las elecciones generales del 2016 ha ido gastando paulatinamente su capital político. Ante la primera jugada de la fiscalía, que fue la orden de detención preliminar contra su lideresa, el fujimorismo respondió intentando deslegitimar al fiscal Domingo Pérez por haber utilizado la palabra guerrilla en lugar de terrorismo al referirse a Sendero Luminoso durante una conferencia en México y realizando un pedido de recusación contra el juez Richard Concepción Carhuancho para que ya no pueda encargarse de evaluar futuras solicitudes fiscales del caso. Esto solo refuerza las actitudes que ya habían demostrado con anterioridad.

El fujimorismo se siente acorralado ante las nuevas revelaciones que detallan cómo se realizó el lavado de dinero de los aportes a la campaña del 2011.  A pesar de que días después se dejara sin efecto la detención preliminar, que involucró a 19 personas del entorno de Fuerza Popular, ésta le sirvió a la fiscalía para recabar más información y sumar más testimonios. De acuerdo a lo difundido por Idl Reporteros, el testigo protegido TP 2017-55-3, explicó que fue el congresista Rolando Reátegui quien se encargó de buscar a terceras personas para que figuren como aportantes, el respaldo a Gonzalo Chávarry, fiscal de la Nación, así como quiénes daban las órdenes sobre las posiciones que debían tomar los congresistas de la bancada y cómo funcionan los niveles más altos de Fuerza Popular.

En medio del sombrío panorama inmerso de impunidad y corrupción, la decisión sobre el pedido de 36 meses de prisión preventiva recaerá en manos del magistrado Concepción Carhuancho, vanagloriado por muchos ciudadanos tras ordenar la detención preliminar de Fujimori. Así, las cosas no pintan bien para el fujimorismo, el futuro del partido pende de un hilo, todo dependerá de la imagen que proyecte el tiempo que le reste, por el momento goza de baja aprobación.

De esta forma, poco a poco las piezas del enmarañado rompecabezas que atañe a Fuerza Popular van encajando. Quizá sea cuestión de tiempo para que el castillo de arena que envuelve a Fuerza Popular se desmorone. Nadie sabe si Keiko Fujimori podrá salir bien librada de estas investigaciones, por ello, debemos  mantenernos vigilantes ante cualquier acción que puedan realizar haciendo uso de su poderío en el Parlamento. Toca también apoyar el loable trabajo que viene realizando el fiscal Domingo Pérez, a quien recientemente le rompieron la cerradura de su casa y lo amenazaron por las redes sociales. Es el riesgo que se corre al enfrentarse a una organización criminal.  Esperemos que nuestro sistema judicial cumpla con su deber caiga quien caiga.