“El olor a muerte es insoportable”, asciende a 1,400 el número de muertes en Indonesia.

Las autoridades podrán buscar hasta el viernes posibles sobrevivientes, pasada esa fecha las posibilidades serán nulas. Mientras tanto los pobladores desesperados saquean los comercios.

 

El terremoto de 7,5 grados que se produjo en la costa de la isla central de Célebes y el tsunami con olas de hasta 6 metros que azotó la ciudad de Palu, ha dejado hasta el día de hoy 1,407 muertos, según Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de la agencia de gestión de catástrofes naturales. Una cifra anterior mostraba que 1,374 eran los muertos y la cifra de heridos se registraba en 113.

El trabajo de rescate se realiza sin las maquinarias necesarias, lo cual se complica cada vez más por las carreteras cortadas y los daños que se han registrado en las infraestructuras. Por ahora la búsqueda se ha trasladado cerca de los centros comerciales, en los restaurantes y en el barrio Balaroa, donde los pisos han quedado severamente dañados.

Sutopo Purwo, informó que la búsqueda se ha intensificado en el Hotel Roa- Roa. Un edificio de ocho pisos, el cual se derrumbó hasta las bases y se estima que pueda haber entre 50 y 60 personas bajo escombros.  La labor de rescate también se ha centrado en el Centro de Entrenamiento Iglesia Jonooge, en donde han hallado 34 cuerpos bajo las ruinas, estas personas eran parte de los 86 estudiantes que fueron reportados como desaparecidos. Hasta el momento no se conoce el paradero de los 52 estudiantes.

“Competimos contra el tiempo. Si hay sobrevivientes, deben de estar muy débiles. Hemos oído a gente que pedía ayuda”, indicó Muhamad Syaugi, jefe de los servicios de emergencia.

La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios ha estimado que alrededor de 191,000 personas necesitan de ayuda humanitaria de emergencia, de las cuales 46,000 son niños y 14,000 personas mayores.

K.D.C