Lindsey Banta Jarvis, profesora estadounidense de 28 años, afirmó haber mantenido relaciones sexuales con uno de sus alumnos. Según la policía, el menor de 15 años habría sido hostigado por su maestra a través de mensajes de texto que llegaban de manera continua a su celular.
Lo que en un inicio parecía una relación virtual, con el pasar del tiempo se convirtió en una relación física; sin embargo, la clandestinidad llegó a su fin, luego que fueran sorprendidos en un automóvil por la policía en un parque del Condado de Woodford, Kentucky, en horas de la madrugada.
A raíz de este episodio, empezó la investigación. El estudiante habría admitido durante el proceso, que llevaba un buen tiempo entre ir a la escuela y escaparse de casa por las noches para mantener una relación clandestina con la pedagoga.
Según las indagaciones policiales, Banta afirmó que mantenía encuentros privados en el domicilio del menor de manera regular. La premisa era simple: No ser hallados.
La maestra, quien enseñaba ciencias sociales en el condado de Wooddorf, fue puesta al descubierto por la jueza Pamela Goodwine ante la corte de la misma ciudad, donde se mostraron los mensajes intercambiados entre ambos, además, el menor describió el interior de la vivienda de la maestra, lo cual agravó la situación.
Al verse acorralada, la profesora de ciencias sociales, se vio forzada a confesar el delito que había cometido y aceptó los cargos impuestos por la corte del condado de Woodfort: abuso sexual y sodomía en tercer grado. El juzgado la condenó a 18 meses de prisión.
S.D.B.