El antiguo cine Chapultepec, un edificio de la calle Lisboa y el hotel Casa Blanca fueron los escenarios de uno de los episodios más turbios de vida de Elena Guarro. Transcurría el año 1968, cuando un grupo de estudiantes y trabajadores unidos en un movimiento, imitando el Mayo Francés, se alzaron contra el Gobierno. El 2 de octubre de ese mismo año, los protestantes fueron brutalmente oprimidos por el Ejecutivo de Gustavo Díaz Ordaz: el resultado de asesinatos de la denominada “Matanza de Tlatelolco” sumó más de tres centenas. En medio del vórtice de aquellos tiempos, la misteriosa escritora mexicana tomó una de las decisiones más difíciles de su vida, huyó del país junto a su hija Helena, producto del matrimonio fallido con Octavio Paz.
La madrugada del 2 de agosto de 1968, un Valiant rojo se estaciona frente al cine Chapultepec, dentro se encuentran Elena Guarro junto a Sócrates Amado Campos Lemus, uno de los líderes del movimiento estudiantil. En ese momento sucedería algo determinante en la vida de la escritora pues se enemistaría con Campos. “Tú tienes tu marxismo muy mal fundamentado”, le dijo Sócrates, “y tú lo tienes muy mal digerido”, le respondió Garro.
“Garro creía que los estudiantes estaban siendo manipulados por un grupo de intelectuales para sus propios intereses”, manifiesta la investigadora del Seminario de Estudios sobre Narrativa Latinoamericana Contemporánea.
Días antes de Matanza en Tlatelolco, los historiadores explican que Elena temía por su vida. La tarde del 9 de setiembre saldría de su hogar junto a su hija Helena, dejando a sus mascotas y una taza de café sin beber. Buscarían un lugar donde esconderse, hasta que se acordó que su nana, una mujer española, tiene una casa de huéspedes en la calle Lisboa. A las distintas discrepancias con intelectuales, se sumarían la agria relación de Garro con el Ejecutivo mexicano, en manos del Partido Revolucionario Intelectual (PRI)
El último refugio de Garro junto a su hija sería el Hotel Casa Blanca, donde según el historiador, ambas fueron “encerradas” por el Gobierno, “enojado porque Octavio Paz había abandonado su cargo de embajador de la India”. En 1969, madre e hija iniciarían el auto exilio a Nueva York donde no tuvo éxito. Finalmente se mudarían a España y después a Francia hasta 1993 cuando regresarían a México.
A 20 años de su muerte, Elena Garro sigue siendo recordada como una escritora enigmática. Sus obras, entre las que destacan Memorias de España 1937, Los Recuerdos del Porvenir o Un traje rojo para un duelo, son consideradas obras maestras.
R.E.T