SEÑOR DIRECTOR:
El llamado público para remover al cuestionado jefecito de la ONPE debe ejecutarse cuanto antes, pues resulta intolerante que permanezca en el cargo, pese el clamor general en su contra.
La desconfianza manifiesta su acrecienta aún más cuanto, a la hora nona, autoriza a los ciudadanos, que así lo deseen, cambiar las sedes de sus mesas de votación. Es decir, estos quedan convertidos como electores cuasi golondrinos, con alas de cóndor.
No olvidemos que el mismísimo Jefe de la ONPE – el que no ve posible fraude electoral que se avizora a nivel nacional – fue condecorado y agasajado hace poco, entre cortinillas, por los dueños del Congreso. No se conoce el trasfondo de ellos, pero ya se murmuran sorpresas electorales.
Lo cierto es que este señor ahora se siente más seguro, asido a su cargo; y, adicionalmente favorecido por una posible reorganización del Consejo Nacional de la Magistratura, órgano que lo nombre y puede removerlo del cargo. No hay suerte…
¡Que, ignominia!, pero el pueblo, los juzgará.
JULIO CESAR MORALES CAMPOS
DNI N.° 07569432
Email: juliomorales53@hotmail.com
