Suenan las alarmas y el frío ruso nos espera, se terminaron las suposiciones y las apuestas de mesa. Es el momento de enrumbar hacía un sueño que parecía mentira, hacía una odisea escrita en tablas de madera. La selección dirigida por Ricardo Gareca culminó su etapa de preparación, su saldo hasta aquí: 15 partidos invictos. Su próximo rival: Dinamarca.
El partido contra Suecia definió en su totalidad lo que serán los partidos de Perú en el país ruso. Un equipo que juega de igual a igual en todas las canchas, que presiona las salidas, que busca el toque al ras de piso y sobretodo que termina la mayor parte del partido con el resto físico completo. Años de años esperando un estilo, ahora ya tenemos uno y hay que apoyarlo.
Sin embargo, tampoco caeremos en la conformidad, hay puntos que mejorar, como por ejemplo: la atención detrás de la primera línea de volantes, la marca por los laterales y el bache de la pasividad en la que a veces cae el equipo. Si todo esto se corrige podemos hablar de una selección al paso del fútbol moderno.
Que el fútbol por estos días nos una, nos alivie el dolor social, nos permita descubrir la diversidad mundial. Que sea una bendita excusa para juntarnos en casa y gritar los goles del color que sea, porque el fútbol no es pelea sino una opción de integridad. Porque el fútbol en estos meses se llama Perú y el Perú se llama Mundial Rusia 2018.
S.H.C
