Si se pusiera en el borde de un acantilado de diez metros de altura a un niño que recién gatea ¿cuál sería el resultado?
Sí, sé que saben la respuesta. Así como sabemos qué pasará. Así es como se encuentra la mujer en la sociedad.
Un ser bello con bastantes perfecciones vive su peor momento, como si su valor se degradará sin sentido alguno. Se han puesto a pensar ¿cuánto vale la mujer en nuestras vidas? Yo te dejo con la curiosidad porque responder eso es más amplio que las virtudes que la rodean.
Como pedazo de mármol ceñido en martillo y cincel, la mujer es víctima de maltrato. Como el polvo de la estatua recién esculpida entre el viento y el momento, su imagen va desapareciendo. Pero dime tú ¿de qué manera detenemos esto?
¡Basta ya! Basta de abuso al ser que tanto amor nos da. Frenemos a estas personas descendientes de los cavernícolas, quienes solo saben golpear y luego hablar. El problema es grande, pero la solución debe ser inmediata. Levantemos voz, pluma y decisión. Es momento de darle fin a todo esto. ¡Ser humano, frena ya!
Samuel Hurtado Cárdenas