La danza Rukus de Shayan, del Caserío de San Juan de Shayan (provincia de Dos de Mayo en la región Huánuco) fue declarado, por el Ministerio de Cultura, Patrimonio Cultural de la Nación ya que constituye un ejemplo de los procesos de encuentro cultural en el ámbito andino.
Hoy, el diario El Peruano publicó una Resolución Viceministerial en la que esta danza evidencia la continuidad de vínculos con divinidades tutelares y la forma en que la religión convive en la actualidad con la veneración cristiana.
La danza Rukus de Shayan se representa anualmente como parte de las festividades de año nuevo (29 de diciembre – 2 de enero) convocando población migrante residente en espacios urbanos externos a San Juan de Shayan, demostrando una capacidad de convocatoria colectiva de la danza.
En otras danzas como, por ejemplo, Rukus de Canchapampa y Jija Rukus de Huancabamba, el ruku (o viejo, en quechua) es uno de los personajes principales. Esta danza se relaciona con le evocación del desplazamiento del inca.
Vestimenta
El atuendo de los danzantes varía según la fecha de la festividad:
– Del 29 al 31 de diciembre, los Rukus llevan pantalón de vestir y terno de color azul oscuro. A la altura de la cintura llevan una pañoleta de seda estampada, mientras que encima del terno llevan una manta cruzada sobre el hombro y por debajo del brazo.
– Del 1 al 2 de enero, los Rukus llevan un pantalón blanco cubierto a la altura de la cintura (denominada ñaupa wara), un delantal bordado con motivos florales, sumado a un chaleco bordado en reemplazo del terno.
También utiliza un garrote, una especie de vara de un metro de largo hecha con ramas del árbol. El resto del ropaje es de zapatos de vestir, medias gruesas azules o celestes a las que engancha cascabeles a la altura de las rodillas, así como una camisa blanca y corbata.
Danza
Es realizada por la comparsa de Rukus de Shayan, en la cual se compone de 12 mudanzas, realizada en diferentes momentos de la festividad.
L.V.V.L.