Los servicios públicos adolecen en nuestro país y su causa, según los gobiernos de turno, sería la baja recaudación tributaria a causas de los “beneficios tributarios” que ha venido ofreciendo el Ejecutivo en los últimos 10 años (2009-2018) y que ascendieron a S/119 mil millones en los últimos 10 años
La Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) calculó que, solo durante el 2018, los beneficios tributarios serían de S/16 498 millones, que comprometen al 2.2 % del Producto Bruto Interno (PBI).
Para el jefe de la Sunat, Víctor Shiguiyama, la reducción de ese gasto en solo 10 % o S/1649 millones, se podría financiar el presupuesto del programa Qali Warma (S/1595 millones) o del programa Juntos (S/971 millones) o proyectos de electrificación rural (por S/510 millones) e inclusive 157 proyectos de inversión en centros de salud valorizados en S/585 millones.
Estas aclaraciones las dio en su presentación ante la Comisión de Economía del Congreso, donde aclaró que en el Perú se aplican al menos 200 beneficios tributarios que facilitan la evasión y la elusión.
«Los beneficios tributarios refuerzan, además, la cultura de no pagar impuestos, incrementar costos de cumplimiento y se evidencia el aprovechamiento indebido del beneficio (contribuyente simula domicilio fiscal, tamaño de empresa y otros)», indicó.
Contradicciones
Si por un lado el Ejcutivo busca eliminar los “beneficios tributarios”, llama la atención que en su discurso, el jefe de la Sunat no haya emitido una opinión por las “devoluciones tributarias” por S/16 268 millones y que se han hecho en favor de varias empresas entre estas, mineras.
C.Q.R.