“Si uno de nosotros roba o no, si se droga o no, es nuestro problema. La realidad es que uno no nace delincuente sino que se hace”. Así de contundentes fueron las declaraciones de Luisa una joven deportista que cumplió una condena de 2 meses por robo en México.
A los 16 años de edad, un amigo inculpo a Christian y lo metieron a la cárcel por dos años y medio por la venta de drogas luego de una trifulca con la policía. Ismael era un estudiante ejemplar, cuando cumplió 12 se volvió el miembro más joven de la pandilla de los Sureños Locos. A los 15 robaba para beber y a los 17 fue condenado por un homicidio.
En el papel ambos jóvenes son solo parte de los números. Todos residen en la Ciudad de México, el cual tiene los índices más altos de delincuencia en el país. En la última década, se encuentra un promedio de 40 000 delitos cometidos por menores de edad.
Y aunque los menores son los que efectúan este delito casi en un 2,2 % ellos denuncian que muchas veces los inculpan por el hecho de ser jóvenes. La policía local se pronunció al respecto diciendo que tienen todo tipo de prueba en contra de los denunciantes jóvenes.
S.H.C.